"Nos encontramos de sopetón con más de 50 coches esperando para reparar sus carrocerías". Álvaro Gil es el gerente de Talleres Naranjo, en la madrileña Fuenlabrada. Ni en el mejor de los sueños pensaba que, de un día para otro, se iba a encontrar con un overbooking similar en su taller. Para poner en contexto, hay que remontarse al pasado 12 de junio. Aquel día, un importante evento de granizo, con bolas del tamaño de pelotas de golf sacudió el sur de Madrid. Centenares de coches en las calles recibieron los impactos. Fuenlabrada, Arroyomolinos, Navalcarnero, Villaviciosa de Odón... Hasta en Boadilla. Vehículos abollados en todos lados. Más de medio centenar acabó en Talleres Naranjo. Un cuello de botella en el que todavía están inmersos. Sin embargo, la ayuda llegó de Alemania: Car Solutions. Montaron un túnel de luz y comenzaron a trabajar. En el taller fuenlabreño no pueden estar "más contentos con el resultado".
"Viendo que no paraban de llegar coches y que nosotros no podíamos asumir ese volumen, más si cabe teniendo cada automóvil una aseguradora distinta y, a su vez, esta, su propio acuerdo con el varillero de turno... Era inabarcable", sentencia. Por ello, tuvieron que pedir ayuda a un tercero en discordia. "Nos pusimos en contacto con nuestra red, Certified First, y, como siempre han hecho, fueron un apoyo grande, nos cubrieron también esta vez de categoría, nos hablaron de una empresa de Alemania que era seria y se dedicaba con todas las de la ley exclusivamente a este tipo de episodios de granizo, montan su base, se ponen con ello a conciencia y hasta que no terminan con todos los vehículos no se van, que ese era el miedo que tenía, que le surgiera otro evento mayor cuando ya estuviera acabando y nos dejara con todo empantanado", explica sobre la experiencia.
Dicho y hecho, a Álvaro Gil les parecieron tan formales que les abrieron de par en par una de las cinco naves de sus talleres para que se intalaran: "Les cedimos una local entero y pusimos en marcha conjuntamente un centro de reparación sólo para granizo y la cadencia de trabajo es muy buena, prácticamente dos vehículos por día, a este ritmo, en un mes nos habremos quitado unos 50 coches, porque ya no es sólo su fluidez reparando sino, sobre todo, es una cuestión de agilizar los plazos", alaba.
"Cuando empezaron a llegar vehículos después de la granizada, casi todos tenían que realizar tres visitas al taller: la primera para traer el coche, la segunda cuando el varillero de la aseguradora y la propia compañía venían para fijar el precio y, luego, una tercera para establecer la cita de la reparación, esto es un atraso, porque es tanto un engorro para el propietario del vehículo como un proceso eterno para el mecánico", reconoce aliviado.
"La diferencia es palpable, con este túnel de luz, en la mayoría de los casos el coche cuando viene por primera vez ya no se mueve hasta salir reparado, listo para entregar, aquí el coche es peritado, aprobado y reparado en muchos casos en tres días hábiles", destaca el gerente de Talleres Naranjo.
Gil explica que, no obstante, es un modelo de negocio "perecedero". "No es rentable mantener esta infraestructura fija todo el año, porque es algo muy específico tanto en el tiempo como en el lugar en el que se produce, por eso al terminar, recogen todo y se van con el túnel de luz a otra parte", justifica sobre estos germanos que, ahora mismo, además del taller móvil en Fuenlabrada, "también tienen otros dos túneles de luz a pleno rendimiento en Castellón y Zaragoza".
Mutúa Madrileña, otra vez discordante
Viendo la vereda que tomaron los acontecimientos, Gil no quiere pasar por alto la ocasión para, por una vez, romper una lanza por "la práctica mayoría de las compañías de seguros". "Es verdad que nosotros hablamos con la gente de CSI Repair y todas las aseguradoras aceptaron ajustarse al precio que los varilleros alemanes iban proporcionando", agradeció. "Organizamos una jornada distendida, en evento de todo el día, para que conocieran nuestra manera de trabajar, con representantes de aseguradoras como Inovation Group, AMA, MMT, Pelayo, GT Estimate y alguna más, que no vieron con malas ojos y aceptaron la propuesta", valora. Todas menos una. De nuevo, Mutua Madrileña.
Esa misma compañía de seguros que maltrata a los talleres extremeños y que tantos problemas viene teniendo también en las últimas semanas con los talleres de chapa y pintura, tal y como denunciaron en Infotaller patronales como Asetra y Natram. "Es la única que no ha querido escuchar nuestra propuesta, nos dijeron que no les interesaba, que ellos tenían una manera de trabajar diferente y eso era lo que había", concluye Gil contrariado.