Femeval (Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana) dio este 6 de noviembre un paso decisivo en su apuesta por la formación y la competitividad del tejido productivo con la puesta en marcha de LaMet, “Mi escuela de talento”, un nuevo centro de cualificación profesional y empleo que nace para responder a la creciente demanda de perfiles cualificados, tanto en el sector del metal como en otros sectores productivos valencianos como el de la posventa y los talleres de la región, acuciados por la falta de mano de obra con experiencia.
Con un notable respaldo empresarial e institucional, este proyecto supone una de las inversiones más relevantes en la historia de la federación. Se destinarán cerca de 12 millones de euros a LaMet, que se ubicará en Picaña (Valencia), concretamente, en la calle Alqueria Mangarrota, nº 2. El centro se alzará sobre 5.100 m² de nueva construcción en un suelo cedido por el Ayuntamiento de esta localidad y se prevé que su actividad se inicie en el curso 2027-2028.
“La creación de este espacio es un hito, un riesgo alto que asumimos, pero creemos de verdad que vale la pena, porque en los próximos años se prevé que harán falta 52.000 profesionales más sólo en el sector metal”, subrayó el presidente de Femeval, Vicente Lafuente, durante el acto de presentación, en el que también han participado el alcalde de Picaña, Josep Almenar i Navarro, y el secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo, Felipe Carrasco.
La experiencia de Femeval en formación, que en los últimos 30 años ha formado a más de 100.000 personas, avala su puesta en marcha. Sólo en 2024, su centro en Alaquàs -operativo desde 1996- impartió 269 acciones formativas a 4.136 personas y 830 empresas, con más de 10.000 horas lectivas.

Imagen tomada con motivo de la presentación de este vanguardista proyecto para formar nuevos profesionales.
No obstante, la elevada ocupación y la falta de espacio han puesto techo a la expansión en áreas clave con una alta demanda laboral como soldadura, electricidad, electrónica, mantenimiento industrial o digitalización. Además, no se pueden atender nuevas necesidades formativas en ámbitos estratégicos como energías renovables, logística, administración, automatizacióno automoción. LaMet viene a cubrir esta brecha en un contexto donde, según la EPA, el 46% de la población activa carece de acreditación profesional.
“Esta iniciativa nace del metal, inspirada en lo que representan nuestras 36 asociaciones y las necesidades reales de nuestras empresas”, ha explicado Lafuente, en alusión a un ecosistema que abarca desde instaladores eléctricos, de climatización, agua y gas, y protección contra incendios, hasta talleres de reparación, fabricantes de joyería o maquinaria, profesiones del metal que son transversales a otros sectores. “Estos mismos sectores han mostrado ya a Femeval su interés y respaldo a esta iniciativa ya que comparten la urgencia de una formación especializada y a medida y proactividad para anticiparse a las tendencias laborales emergentes”.
Tres ramas de alto impacto laboral
En cuanto a su organización, LaMet articulará su oferta en tres grandes áreas de alto impacto laboral. En Formación 4.0, impulsará perfiles ligados a la digitalización y la industria inteligente: inteligencia artificial aplicada, automatización, robótica, hiperconectividad, programación de CNC, fabricación aditiva, domótica o TIC. En oficios tradicionales, reforzará capacidades críticas como soldadura (TIG, MIG, MAG, homologaciones), mecanizado, instalaciones térmicas y frigoríficas, electricidad, energías renovables, aerotermia, ascensores, fontanería y mecánica-electrónica de vehículos. Y en nuevos yacimientos de empleo, formará para microelectrónica, chips, electrificación, baterías, nueva movilidad y transición energética. El centro será también nido de la Oficina Acelera Pyme de Femeval, que se configurará como espacio de encuentro entre empresas y el ecosistema innovador.
Entre los socios de este ambicioso proyecto figuran Aselec, Aseif, Aviclima, Fevauto, Acvirme e ITE. También cuenta con el apoyo de la consejería de Innovación, Industria, Comercio y Turismo y de Caixa Popular por el significativo alcance social de esta escuela. Además, entre los aliados estratégicos están organizaciones como Confemetal, Conaif, Fenie, CEV, Avep, Quimacova,Fevama, Fvet, Avia, CCOO Industria PV, UGT-FICAPV y de Institutos tecnológicos y clústeres como Redit, Aidimme y Valmetal.
En las entrañas de la zona cero de la DANA
Por si fuera poco, LaMet ha adquirido también el cariz de proyecto singular por su ubicación en la zona cero tras la DANA. Todo un revulsivo para dinamizar la actividad económica y productiva, y formar en ocupaciones con falta de personal que son esenciales para acelerar la recuperación. Hay que reseñar que además, que el proyecto arquitectónico de la escuela incorpora lecciones de resiliencia como medidas adicionales anti-inundaciones, como un muro perimetral, elevación del edificio 85 centímetros sobre rasante, estanqueidad del aparcamiento y un estanque anti-inundaciones.
“Con este proyecto ganamos todos: ganan las empresas, ganan las personas trabajadoras y gana, sobre todo, la sociedad afectada por la riada”, ha destacado Lafuente. “Sabemos que sin personas y sin talento, no hay reconstrucción posible”, añadió.
Con LaMet, Femeval convierte una aspiración de décadas en un proyecto tangible que alinea formación y empleo para dar respuesta —con rigor, calidad y acreditación— a la gran demanda de profesionales que ya esperan las empresas valencianas.