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Reparación

Año I después de la DANA: los talleres de Valencia han recuperado su actividad al 90%, pero con consecuencias, y piden "mayor agilidad, empatía y ayudas" a las Administraciones

Los talleres de la zona cero recuerdan la tragedia y describen su situación actual: el consorcio da largas, las ayudas se demoran, la falta de mano de obra crece, los vehículos de segunda mano triplican su precio y proliferan las estafas.

Publicado: 28/10/2025 ·16:22
Actualizado: 28/10/2025 · 20:14
  • Coches amontonados tras ser arrastrados por la riada en Valencia.

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"Me sentí dentro de una película sobre tsunamis, como 'Lo imposible' o una similar, los olores, los colores, los destrozos, las infraestructuras arrasadas, la naturaleza desbocada, la falta de información y comunicaciones...". El que habla es Esteban, propietario del taller de mecánica TuBox, en Catarroja (Valencia). Ha pasado un año, pero lo recuerda como si fuera ayer mismo. "Me fui del taller pasadas las seis y cuarto y tardé tres horas en llegar a casa, no vi agua, ni me quedé atrapado, pero avanzar era complicado, ya en casa, me dice mi padre que mi hermano ha perdido dos vehículos y a la mañana siguiente me bajo con el 4x4 y el espectáculo, como te he descrito, era desolador, apocalíptico... Cuando conseguí llegar al taller, tenía un metro de agua, imagínate: la oficina entera sumergida, carros de herramientas inundados, todos los equipos de diagnosis y demás instrumental electrónico inservible, dos elevadores afectados...", enumera aún con la voz entrecorta. Más de 60.000 euros en pérdidas sin contar con los nueve coches que tenían dentro en pleno proceso de reparación. 

Sin salir de Catarroja, en el caso de Maite Latorre, de Autos Esteval, taller especialista de chapa y pintura, cuyo caso se hizo muy conocido en el secto tras contar su odisea a Infotaller, la sangría es aún mucho mayor. "Entre facturación de estos doce meses y los daños materiales, como mínimo, haciendo un cálculo rápido me salen más de 380.000 euros, las obras de reacondicionamiento y los muros del local casi están ya listos, pero aún hay que ir terminando de pulir detalles del local, por ejemplo, intentamos ir reparando y tirar con los elevadores que teníamos, pero nada, al final, tuvimos que comprar seis elevadores nuevos... Nos ha costado mucho arrancar", reflexiona en voz alta tras unos segundos en silencio.

"El personal también se ha ido incorporando de nuevo, porque cuando reabrímos después de Navidades, empezamos sólo cuatro, poco a poco, uno a uno prácticamente, ha ido regresando la plantilla, y ahora desde el mes pasado ya estamos otra vez al completo todos, los doce de antes de la DANA", explica Maite Latorre sobre un goteo incesante hasta recuperar los niveles preDANA. También en demanda y facturación. "Hasta junio o julio no conseguimos llegar a las cifras mensuales de antes de este desastre, ahora la verdad es que se está trabajando muy bien, se bonificó la compra y hay mucho coche nuevo, que tiene franquicia y al mínimo roce, acude al taller, además, mucho coche de segunda mano o que no parecía afectado, ahora están dando la cara meses después sus problemas", explica antes de cargar las tintas con un sector específico. 

"El consorcio, desaparecido"

"A fecha de hoy, aquí seguimos esperando al consorcio, nos dieron un adelanto en abril y es lo único que hemos recibido, en mi caso concreto, peritamos el compresor y toda la herramienta mecánica y me dicen que tengo que esperarme, cuando, si yo quiero recuperar la normalidad cuanto antes y trabajar, necesito esa maquinaria, pero claro... Si no me dan esas ayudas, yo no puedo meterme ya en más letras, no tengo más patrimonio del que tirar...", deja la frase sin terminar con cierta angustia.

Un caso especialmente sonrojante es el del stock de material y recambio que había en las instalaciones de los talleres y almacenes en el momento de la DANA. "Se han centrado en albañilería y en chapa y pintura, pero poco en las piezas y repuestos que guardamos en nuestros locales, yo tenía 43 automóviles en ejecución para ser reparados, así que lógicamente había un material aquí preparado para las reparaciones y, con esas riadas, se perdió o rompió la mayoría, pues nos dicen que de esas piezas se tienen que hacer cargo los clientes, que se lo reclamemos, ¿cómo le voy a pedir otros dos mil o tres mil euros a un cliente por el portón de un coche que está siniestro en el desguace", critica sobre una manfiesta falta de "empatía y humanidad".

Varios coches apilados tras las lluvias torrenciales en la provincia de Valencia del miércoles.
Varios coches apilados tras las lluvias torrenciales en la provincia de Valencia del miércoles.

"Ayudas poco ágiles: mal y tarde"

Idéntico obstáculo surge al nombrar la Administración. "Priorizo tanto o más que la cuantía de las ayudas la agilidad con que nos las otorguen, francamente, no puede ser que estén viendo una máquina de frenos ahogada en barro y me estén pidiendo que le acredite que está inservible con diez papeles diferentes, porque es muy evidente", lamenta Maite, visiblemente molesta: "Pídeme luego todo lo que quieras, pero al menos dame liquidez para ir tirando e irme recuperando". 

En la misma línea sitúa su discurso María José Lladró. La secretaria técnica de Fevauto, la asociación valenciana de talleresreconoce que "no es sencillo para gente que, encima, ha perdido casi todo, solicitar esas ayudas, con formulaciones, documentación, tasaciones... Las ayudas están llegando mal y tarde, el consorcio está tirando muy a la baja en sus peritaciones y, además, muchas veces estos aportes no fueron lo que el taller ncesitaba para reacondicionar su negocio, el 80% ya no sólo de los talleres, sino de todos los subsectores, ha tenido que adelantar dinero de su bolsillo para subsistir", lamenta contrariada subrayando que "algunos empresarios han recurrido a una tercera persona, un gestor, para que les resuelva el problema de su taller tras la DANA".

Eso sí, Lladró agradece las múltiples líneas de ayuda, e incluso su reposición en fechas, por parte de la Consellería. "La realidad es que han ayudado tanto a empresas como a personas, sus ayudas eran cercanas y más encaminadas a la gente y pequeños comercios de los pueblos, incluso nos han escuchado y, como digo, reabierto plazos para presentar lo que demandaban para acogerse a las ayudas, mientras desde el Gobierno Central han encaminado más las ayudas hacia ámbitos de mayor envergadura: la mayoría de Pymes o pequeños comercios no pueden adherirse a ese tipo de ayudas, porque no cumplen los requisitos, son mucho más pequeñas, ¿para qué le sirve al taller de Paiporta una ley de renovación de las energéticas ahora mismo?", se cuestiona Lladró.

Por este motivo, Lladró ponderó la labor de Fevauto y la del resto de asociaciones del sector "de ir guiando a todos los talleres, concesionarios y demás miembros del sector para que puedan rellenar y enviar esta documentación de forma adecuada en forma y plazo". "Nuestra prioridad ha sido y sigue siendo ayudarles y acompañarles durante este proceso de gestión de las ayudas hasta la concesión", comentó.

Asimismo, la responsable de los talleres valencianos también quiso hacerse eco de la unión que ha existido entre los pueblos afectados durante todos estos meses. "Muchos vecinos son amigos, se conocen de toda la vida y se han ayudado mutúamente, por ejemplo, uno ayudaba con la electricidad y el otro echaba una mano en la revisión y puesta a punto del vehículo", comentó orgullosa de sus paisanos, porque "este tipo de colaboraciones tan humanas, tan sinceras, y la reactivación de la economía que ha venido a raíz de la DANA es lo único positivo" que podemos extraer.

Apenas una veintena de persianas bajadas

Pese al evidente impacto de una catástrofe así y el camino que aún queda por recorrer, Lladró calibró en "un 90% el número de talleres que ya están de nuevo en marcha en Valencia". "Es cierto que muchos todavía no están a pleno rendimiento, que van poco a poco, restableciendo su normalidad, pero apenas una veintena de talleres ha tenido que bajar la persiana definitívamente". "Incluso varios de estos veinte no ha sido un cierre como tal, sino que, en unos casos, al propietario le quedaba poco para jubilarse y no ha querido invertir de nuevo para un par de años, y en otros, ha optado por el traspaso aprovechando la coyuntura". 

En el caso de Esteban, su taller TuBox, en el epicentro de Catarroja, no pudo reabrir "hasta diciembre". "Nos metimos mucha caña para reabrir cuanto antes y, al mes y medio, estábamos ya de nuevo trabajando, pero bueno, fue una toma de contacto de un par de semanas, porque enseguida llegaron las Navidades y paramos para que el equipo pasara unos días tranquilos y olvidara todo, en enero fue cuando empezamos de verdad", recuerda. 

Interior del taller de Autos Esteval, todavía anegado, tres días después de la irrupción de la DANA.
Interior del taller de Autos Esteval, todavía anegado, tres días después de la irrupción de la DANA.

La mente, también rehabilitada

Esa recuperación psíquica, también ha estado presente todos estos meses entre el agua y el lodo. "Mentalmente estamos todavía devastados", reconoce Maite. La propietaria de Autos Esteval confiesa que el pasado 29 de septiembre, cuando volvieron a resonar a todo volumen los mensajes de alarma en los teléfonos móviles, regresaron los peores miedos. "Lo primero que hice fue irme rápidamente al taller y elevar todo: aspiradores, elevadores, máquinas de diagnosis, herramientas... Nos llevamos los ordenadores a casa, incluso, y desde allí, avisamos tanto al equipo como a los clientes que no se desplazaran porque íbamos a estar cerrados, se ha creado una especie de psicosis...", reconoce.

Esta vez, el cielo dio una tregua y no pasó de unas pocas astillas de agua. Sin embargo, "aunque no llovió demasiado ese día, hay tal atasco en las alcantarillas desde la DANA, todo sigue tan destrozado y saturado por lo que arrastró la riada, que se taponaron las vías de desagüe y se acumuló algo de agua, van a tener que hacer una obra importante y cambiar todo el sistema de alcantarillado subterráneo, porque está obstruído". 

La segunda mano triplica los precios

Además de la ya citada oleada de compras de vehículos nuevos, otra consecuencia que trajo la DANA fue el encarecimiento de los precios en el vehículo de segunda mano. Según María José Lladró, durante este año, algunos vehículos hasta han triplicado su precio por culpa de las necesidades que generó la DANA. "La gente se vio de la noche a la mañana con una urgente necesidad de recuperar su movilidad y, sin vehículo, se aferró a lo que pudo para obtenerla comprando coches de segunda mano o lo que fuera y al precio que pudieron" y, eso también, trajo a la escena la aparición de "numerosas estafas". 

"Por supuesto, en un concesionario o taller oficial no te la van a jugar con algo así, hay unas garantías y todo está regulado, el problema es cuando acudías a una tercera persona o unos canales que no tienen esa homologación: se ha pagado a precio de oro coches que estaban prácticamente para el desguace", lamenta Esteban. Desde su taller de mecánica, ha visto decenas de clientes que, "tras pagar 3.000 o 4.000 euros se han dejado una cifra aún mayor después en repararlos". 

"La gente se ha ido a Galicia y a Madrid a conseguir coches y ha comprado cualquier cosa por tenerlo rápido, otros ni siquiera tuvieron que salir de aquí, he visto muchos casos en los que habían limpiado el coche por fuera, reluciente, las tapicerias impolutas, pero estaba reventado por dentro de la humedad de la DANA, en cuanto han pasado unos meses han comenzado los problemas o incluso dejado de funcionar para siempre", concluye. 

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