AkzoNobel ha desarrollado ya cuál será su enfoque para el año entrante y, por ello, ha escogido ya cuál será su "Color del año". Una tendencia que este año se centra en "el espacio, el ritmo de las personas y cómo el color puede moldear la conexión emocional y la expresión creativa". Así, basado en las perspectivas del Centro de Estética Global de AkzoNobel y su exhaustivo pronóstico anual de tendencias, y desarrollado en colaboración con sus expertos internos, arquitectos, diseñadores y periodistas internacionales, ha escogido el denominado Rhythm of Blues.
En este sentido, AkzoNobel acumula ya más de 30 años de experiencia global en la predicción del color, gracias a su iniciativa ColorSurfaces, un programa anual de tendencias que explora el futuro del color y el diseño de materiales en los sectores de la automoción, aeroespacial y de electrónica de consumo.
Así, el equipo de ColorSurfaces traduce las tendencias globales de diseño en paletas visionarias para profesionales de todo el mundo. Su trabajo da forma a las colecciones de tendencias de color para automoción de AkzoNobel, que "inspiran creatividad e innovación con acabados y efectos especiales de elaboración experta".
De este estudio de tendencias, brota Rhythm of Blues, una "familia de colores vibrante y versátil, relajante, inspiradora y creativa, que refleja los estados de ánimo, los movimientos y los ritmos emocionales que definen la próxima generación del diseño en automoción". Así, la historia de Rhythm of Blues se expresa a través de un trío de tonos azules distintivos: Slow Swing, Mellow Flow y Free Groove, cada uno de los cuales representa un ritmo y una atmósfera de diseño únicos para el futuro.
“En el mundo actual, tan cambiante y dinámico, las personas reaccionan de diferentes maneras”, explica Gareth Bryant, director de diseño de color, Marketing de Recubrimientos Automotrices y Especializados. “Sienten la necesidad de relajarse, concentrarse y recargar energías, o de conectar con los demás y celebrar la afinidad, mientras que otros buscan ser audaces y expresarse con mayor libertad, como entendemos que el color es emoción y, por lo tanto, personal, hemos elegido una familia de azules que permite a los diseñadores de automoción explorar y expresar diferentes estilos y satisfacer las necesidades individuales”, justifica sobre la elección escogida.
De este modo, diseñados con la avanzada tecnología de recubrimientos de AkzoNobel, cada tono presenta efectos personalizados que brindan profundidad, durabilidad y movimiento visual, lo que los hace ideales tanto para estudios de diseño OEM como para aplicaciones de repintado personalizadas.
Tonos azules con muchos matices
Así, son las características de los tres azules escogidos:
- Slow Swing: Un azul profundo y oscuro que simboliza fuerza, serenidad y una confianza serena.
- Mellow Flow: Un azul claro y sofisticado que aporta equilibrio, calma y elegancia moderna.
- Free Groove: Un azul vibrante y expresivo que irradia creatividad, libertad e individualidad.
"Desde la sutil serenidad de Mellow Flow hasta la audaz expresión de Free Groove, el Color del Año 2026 ofrece a fabricantes de equipos originales (OEM) y restauradores un conjunto de herramientas creativas inspiradoras que capturan el espíritu de conexión, creatividad y cambio, reflejando los estados de ánimo y los movimientos que configuran el futuro de la conducción", describen en AkzoNobel.
“Nos enorgullece llevar la innovación del color a cada parte de la cadena de valor de automoción”, afirma Rob Lagendijk, director de Marketing Comercial y Gestión de Producto de Recubrimientos Automotrices y Especializados. “Ya sea para un prototipo, una línea de producción o un proyecto de repintado personalizado, estos nuevos tonos permiten a nuestros clientes definir su propio ritmo y estilo con confianza”, añade.
Acorde con los nuevos retos de la posventa
La elección de Rhythm of Blues también encaja con los nuevos retos venideros para la industria de la posventa. Así, es una gama que empatiza con la electrificación, la digitalización y la personalización, pues representa cómo el color sigue definiendo el diseño emocional. Porque ya no es sólo una elección estética; se ha convertido en un lenguaje de comunicación, una forma de expresar la identidad de marca y evocar una conexión emocional.
De esta manera, Rhythm of Blues combina la fuerza emocional del diseño con el deseo de AkzoNobel de un futuro sostenible. Cada tono se desarrolla utilizando tecnologías de recubrimiento avanzadas, que respaldan los objetivos de sostenibilidad: reducción de emisiones, mayor durabilidad y mayor eficiencia de los materiales.