Todo un influencer de la posventa. Enrique Álvarez, propietario y alma máter de Talleres Piba en Daimiel (Ciudad Real), es el protagonista del noveno capítulo de "Historias del taller", podcast de PRO Service, distribuidor de recambios, que convierte este nuevo vídeo en una masterclass en "adaptación y pasión por el taller".
Junto a su mujer, como únicos empleados del taller, Enrique Álvarez ha convertido Talleres Piba en un espacio eficiente, donde "la tecnología y la cercanía al cliente son importantes". Por ello, Álvarez comparte su visión "optimista" del sector de la reparación: "Si ves que un vídeo enseñando a cambiar unas escobillas tiene 10.000 visitas y otro metiendo caña a un compañero, dos millones... La gente se de canta por lo segundo, pero tenemos que dejar de meternos caña en las redes y sacar en ellas lo malo, todo lo contrario, debemos apoyarnos entre nosotros y mostrar nuestra profesión, que la gente compruebe el buen trabajo que se hace en todos los talleres y que vea también que somos gente honrada con un negocio como otro cualquiera, hacia ahí es a dónde yo enfoco mis vídeos, busco mostrar la colaboración y la ayuda entre el sector, demostrar que es una profesión interesante y cercana".
Y es que detrás de Piba, hay una historia "fascinante", afirma Sergi Guardeño de GTI Academy, desde sus inicios como mecánico en el taller familiar hasta convertirse en un referente digital con más de 100.000 seguidores en TikTok, donde comparte consejos prácticos y humorísticos sobre reparaciones de vehículos. Un testimonio de reinvención personal y profesional. Heredó el legado de su abuelo, quien fundó el taller reparando maquinaria agrícola de la marca Piba, y lo transformó en un centro especializado en automoción. Con más de dos décadas de experiencia bajo el brazo, Enrique Álvarez comenzó grabando vídeos cortos para explicar problemas comunes a sus clientes.
"Desgraciadamente, el comienzo no fue buscado, fue durante la pandemia, había algo más de tiempo para grabar vídeos estando en casa y con las restricciones de movilidad, así que empecé a mostrar un poco el día a día del taller, abrir las puertas para enseñar al mundo que es interesante, la complejidad de la automoción, cómo se ha desarrollado y la dificultad exponencial que está adquiriendo con las tecnologías".
Lo que empezó como una herramienta para educar a los conductores y evitar reparaciones innecesarias, se convirtió en un fenómeno viral. Hoy, sus “PibaConsejos” -con toques de humor y transparencia- han dignificado la imagen del mecánico, atrayendo a una audiencia que valora la honestidad en un mundo lleno de mitos automovilísticos.
"Rentabilidad y reclamo publicitario"
"Cuando empecé seríamos once influencers o poco más, ahora sí hay alrededor de 40.000 talleres, posiblemente, la mitad, más de 15.000, pondrá vídeos en internet o redes sociales, todo el mundo ha visto que hay rentabilidad, que es un reclamo de publicidad para el taller y, lógicamente, todos se están subiendo al carro de las redes sociales", explica sobre un nicho de mercado "cada vez más masificado".
En el episodio, el mecánico de Piba desvela las razones que lo llevaron a este salto digital. Todo surgió de la frustración por ver a clientes pagar de más por diagnósticos erróneos o reparaciones evitables. “Quería arrojar luz sobre el tenebroso mundo de la automoción“, explica, enfatizando su rol de “Robin Hood” de los talleres: un profesional que empodera a los usuarios con conocimiento accesible. Eso sí, con ciertos límites.
"A la hora de catalogar mis vídeos, diferencio entre los que son más de autorreparación, los famosos 'Pibaconsejos', sobre cómo reparar una rueda de repuesto, cómo abrir una puerta o cerrar un maletero que no cierra, cambiar la pila de una llave... Con mantenimiento más básico y los que requieren de una reparación más profunda, debemos delimitar esos límites, porque también es una manera de poner en valor al mecánico, al profesional, que tiene una formación detrás, además que existe un riesgo para la seguridad si te pones en carretera con una reparación que no ha estado hecha por un experto", avisa.
Apuesta por la combustión
En un panorama marcado por la electrificación y la globalización, Álvarez cuestiona que "se tenga que casi obligar a un cliente a comprar un coche de 40.000 euros eléctrico, cuando lleva 14 o 15 años con un coche de combustión, que ha cuidado al máximo y no le ha dado ningún problema más allá casi de los mantenimientos, yo le recomiendo que invierta en él y siga reparándole, porque es un coche fiable y seguro", afirma convencido, recordando que "hace cinco años hubo un boom del eléctrico que todo el mundo debía comprarse uno y, ahora, hasta los propios fabricantes parece que están retrocediendo".
Además, ve oportunidades en la formación continua y apoya la colaboración con distribuidores para acceder a recambios de calidad. "Tenemos pocas ayudas, así que aprovechemos las pocas que tenemos, algunos recambistas sí están de la mano del taller, como PRO Service, y es que es realmente necesario, gracias a ese apoyo y ese vínculo entre ambos podemos ir capeando el día a día y ofrecer un servicio más fuerte de posventa, porque si no estaríamos abocados a la extinción", advierte.
Para él, el futuro pasa por "la profesionalización de un sector que ofrece trabajo garantizado para muchísimos años", la digitalización y esa mejor percepción social del mecánico, que ya no es sólo un “arreglador” sino un experto consultor, insiste para concluir.