Múltiples irregularidades que afectan tanto al medioambiente -con el vertido de sustancias peligrosas y contaminantes- como a la salud de los trabajadores. Este es el motivo por el que la Guardia Civil ha propuesto el cierre cautelar de un taller en la localidad Alginet (Valencia). Las autoridades detectaron en agosto que este local acumulaba gran cantidad de contaminantes y dentro del plan de inspecciones en talleres de la Ribera Alta que está desarrollando la Guardia Civil procedieron al registro.
Tras efectuarse la inspección, se corroboró que se estaban vertiendo aceites y grasas a través del desagüe de la ducha de los servicios del taller y de una arqueta en el patio interior, por lo que estaban contaminando gravemente las aguas residuales de la localidad. Por ello, se extrajo una muestra de estos vertidos para su posterior análisis por parte de la empresa encargada del saneamiento público de Alginet.
Además, se encontraron infracciones graves en materia de seguridad laboral. El taller tenía dos elevadores de vehículos, una desmontadora de ruedas y una equilibradora de ruedas. Ninguna de ellas, había pasado la inspección obligatoria. Esto suponía un peligro adicional para la vida de los trabajadores que empleen esas máquinas, según la Benemérita.
Otro de los motivos de sanción es que se había realizado una serie de modificaciones en el taller que conllevaba la pérdida de las condiciones, por la cual le fue concedida la licencia, Tampoco disponía de ningún seguro que cubriera cualquier incidente fruto de la actividad del local.
Ante este escenario, la Guardia Civil propuso el cierre cautelar al Ayuntamiento de Alginet ante "las severas deficiencias que suponen un peligro grave y objetivo sobre la vida de los trabajadores y la contaminación ambiental". La actuación ha sido llevada a cabo por agentes del Puesto Principal de Carlet en colaboración con Policía Local de Alginet.