Las asociaciones de transportistas que componen el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) se han dirigido al Ministerio de Industria para transmitir el malestar del sector respecto a las pruebas de frenado que las estaciones de ITV realizan a las cabezas tractoras, tal como explican desde la patronal de transportistas Fenadismer y se hace eco Toptruck.

El Comité critica los protocolos establecidos en cuanto a la medición de la eficacia de la frenada para las cabezas tractoras, ya que “en muchos casos, la calificación desfavorable no está siendo consecuencia de una deficiencia técnica de los vehículos, sino más bien de unos equipos deficientes de las estaciones ITV”, asegura.

Desde la patronal explican que el Ministerio de Industria puso en marcha en 2012 un nuevo sistema de medición de la eficacia del freno de servicio en la ITV para los vehículos de transporte de más de 3,5 toneladas. El sistema tenía como objetivo simular al máximo posible las condiciones de funcionamiento real del sistema de frenado e incrementar así la seguridad vial.

Para ello, se establecieron dos métodos en función de las características del vehículo: el ensayo directo, que se calcula por medición directa de la fuerza de frenado mediante el frenómetro de rodillos, y el ensayo con extrapolación, que se obtiene colocando sensores de presión en los circuitos de frenos.

En su momento, Fenadismer ya comunicó al Ministerio sus dudas sobre si las Comunidades Autónomas estarían preparadas técnicamente para llegar a cabo estas pruebas, lo que, “ha supuesto durante los años numerosos perjuicios y molestias para los transportistas durante la realización de la inspección de la ITV, en especial en el caso de las pruebas a las cabezas tractoras”.

Así, según la patronal, “cuando se presenta una cabeza tractora sin estar acoplada a un semirremolque a la revisión periódica con tomas de aire, el equipo previsto para realizar la prueba de frenada no es capaz de realizar una lectura adecuada de los parámetros del vehículo, al ser este expulsado de los rodillos”.

En el escrito de queja remitido por el Comité Nacional se recuerda que “buena parte de los transportistas de nuestro país no presta sus servicios con un conjunto de vehículos completo, sino en la modalidad de ‘enganche’, de modo que el transportista aporta únicamente su cabeza tractora. Por lo tanto, no disponen de semirremolques propios ni de carga disponibles para poder presentar sus vehículos a la inspección técnica”. Así, los transportistas ven rechazados sus vehículos y “han de acudir con un semirremolque en régimen de préstamo o alquiler, con el consiguiente riesgo y gasto”.

El Comité entiende que, o bien se sustituyen los rodillos de las estaciones para que puedan efectuar una lectura correcta de la frenada de las cabezas tractoras desacopladas, o bien se pone a disposición de los transportistas un semirremolque al que puedan acoplarse. Por todo ello, ha solicitado mantener una reunión con los responsables del Ministerio de Industria para buscar la mejor solución al problema.