Reparación | Los cero emisiones, en tela de juicio

Varios estudios revelan que la producción de coches eléctricos contamina más.

El 84% de los usuarios cree que el uso masivo de eléctricos reduciría la contaminación en las ciudades
La producción de coches eléctricos puede contaminar más

La aparición de vehículos eléctricos en las calles comienza a ser una realidad. La apuesta de los gobiernos de los diferentes países por esta tecnología para los automóviles se ha basado en la premisa de que su producción y posterior puesta en marcha contamina menos. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y las emisiones de los vehículos eléctricos están quedando en entredicho, al menos desde el plano teórico, ya que gobiernos y entidades ecologistas siguen manteniendo el discurso de eléctrico=verde.

Un estudio del Instituto Ifo de Múnich revela que la producción tanto de los vehículos como de las baterías eléctricas y los procesos posteriores de recarga ponen en tela de juicio la sostenibilidad de estos automóviles. Para llevar a cabo el estudio han comparado las emisiones de CO2 producidas por un vehículo eléctrico (Tesla Model 3) y uno de motor diésel.

Tras las pruebas, el estudio revela que la batería para el Tesla Model 3 emite entre 11 y 15 toneladas de CO2. Además, se suma que la cantidad de CO2 emitida en la producción de electricidad para recargar la batería se sitúa entre 156 y 181 gramos de CO2 por kilómetro, una cantidad superior a la que emitiría un vehículo diésel que cumpla con la normativa Euro 6.

Diferencias por países

Sin embargo, los datos del estudio únicamente han analizado los sistemas de producción energética de Alemania, donde el sistema eléctrico es diferente al del resto de países, y al contrario que en España, por ejemplo, la apuesta por la producción eléctrica a través de energías renovables es bastante menor.

Otra cuestión que no se suele tener en cuenta es las grandes diferencias de emisiones que supone fabricar un vehículo eléctrico en una zona del mundo u otra. Los estudios suelen limitarse a Europa, un “escenario ideal” en este sentido. Así, un estudio realizado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA) y del que se hace eco Km77 señala que producir un kilovatio de electricidad supone de media una emisión de 723 gramos de CO2 a la atmósfera en India, 620 en China, 420 en Estados Unidos y 282 en el conjunto de la Unión Europea, donde el reparto es muy irregular.

En Europa, las cifras varían de un país a otro. Mientras que en Alemania y Polonia ascienden a 440 y 773 gramos de CO2 por cada kilovatio producido, respectivamente, en Francia (con su potencial nuclear) y España, solo llegan a los 58 y 265 gramos, respectivamente. En los dos últimos casos sí se produciría un ahorro energético con el coche eléctrico, no así en los dos primeros.

No obstante, incluso en Europa, el, informe recuerda que el mercado de segunda mano trae consigo vehículos que ya “se han cobrado” altas emisiones del CO2 debido al país donde se han fabricado, de modo que el coste contaminante sigue siendo muy alto.

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