Tras definir su nueva estrategia para posventa, el encuentro de Renault con la prensa especializada en aftermaket se encaminó hacia uno de sus platos fuertes: la visita a las entrañas -escogida entrañas con toda la intención, pues dispone de hasta un búnker bajo tierra- del Centro de Distribución Europeo de Piezas y Accesorios, en Torres de la Alameda (Madrid). Un centro con 130 personas en plantilla, más los externos, y cuyas instalaciones tienen una superficie de 33.000 metros cuadrados para albergar 47.000 referencias de piezas y accesorios, con 50 millones de euros de inversión en stock físico y más de 8.000 talleres como clientes. Sobre estos últimos la progresión es esperanzadora, pues "de los 4.450 talleres independientes del 2022, hemos pasado a los 7.586 del 2025, con un previsión que rebasaría la barrera de los 9.000 talleres en el 2026", es decir, el doble en apenas cuatro años.
Para entender el sistema de reparto, hay que ver a este Centro de Distribución Principal de piezas como la cabeza de un pulpo que reparte las piezas con sus tentáculos de distribución hacia once centros de proximidad repartidos por toda España, a los que habría que sumar un duodécimo, ya que dentro de este CDP, hay un almacén específico para Madrid. Esto es posible gracias al servicio Apolo que garantiza dos entregas al día para llegar a 161 concesionarios, 383 agencias de Renault y los ya citados 7.586 talleres independientes.
El proceso de preparación de pedidos se confecciona dividiendo las demandas. Si están en el Centro de Distribución madrileño y se preparan antes de las 12:30 horas, se entregarán al cliente antes de las 15:30 horas. La segunda entrega tiene lugar a las 8:30 horas del día siguiente -por lo que siempre hay dos diarias, 8:30 y 15:30- y, en ella, están, tanto todos los pedidos recibidos en Torres de la Alameda después de las 12:30 horas como aquellos que no estaban disponibles en este Centro de Distribución y se tuvieron que pedir a otros almacenes españoles o incluso extranjeros. Desde Renault, sostienen que en este CDP hay una disponibilidad del 70% del stock que figura en su catálogo.
Con todos estos mimbres, el servicio logístico de Renault en Torres de la Alameda alcanzó en 2024 los 19 millones de piezas entregadas, repartidas 360.000 entregas, con 3,8 millones de líneas de pedido -realizadas a través de pegatinas de pedido-. Todas ellas con una tasa de servicio en menos de 24 horas del 92%, mientras que la tasa de error es ridícula: tres errores por cada 10.000 pedidos.
Alejandro Álvarez, director del Centro de Distribución, reconoció que es un error obviar las opciones que otorga la posventa. "Al final, una marca produce para vender y no se da tanto por hecho que haya un servicio posterior para el cliente que, realmente, lo necesita tanto o más para su movilidad que cuando acude a comprar su vehículo", explicó entonando el mea culpa: "Nos reunimos y hemos entendido que es un error no hablar con los medios de posventa, porque, igual que sucede con la preventa, pone al cliente en el centro y genera valor añadido al producto", ponderó.
El propio Álvarez fue el encargado de llevar a cabo la visita guiada para la prensa, que recorrió cada una de las diferentes secciones del inmenso almacén principal, puesto que también hay otros aledaños: "uno dedicado a merchandising y publicidad que no se puede acceder, otro para neumático y baterías, que no están con el resto de componentes por motivos de seguridad y un último, contiguo al principal pero más pequeño, blindado y totalmente aislado por si hubiera un incendio, para piezas inflamables". "Ante cualquier contingencia, hay preparados un depósito con 750.000 litros de agua y un sistema exclusivo de seguridad para que, en caso de colapso, se produzca hacia el interior siempre", explica.