Chapa y pintura | ¿Qué herramientas son esenciales en un taller de chapa y pintura?

Con el fin de conseguir un buen trabajo, los centros deben contar con una serie de herramientas básicas, según Loctite.

Las cabinas de pintura son fundamentales en estos centros
Las cabinas de pintura son fundamentales en estos centros

En un taller de chapa y pintura son necesarias diversas herramientas para carrocería y pintura que permitan obtener unos buenos resultados

Así, respecto a la chapa, según publica Loctite en un post en su blog, para la reparación y sustitución de piezas de la carrocería, desmontaje y montaje de elementos atornillados, reparación, conformado e igualado de daños sobre piezas de metal, sustitución de elementos metálicos soldados, remachados o pegados, reparación de piezas de plástico o sustitución de lunas, los establecimiento deben estar de determinados útiles básicos.

De esta forma, es conveniente un carro con, por ejemplo, destornilladores, maletín de carraca de ¼, kit de desmontaje de guarnecidos, quitagrapas de plástico alicates variados, botadores, granetes, martillo de bola y de nailon, brocas de taladrado y juegos de llaves fijas, con carraca y acodadas.

En cuanto a la reparación de chapa manual, es fundamental tener mazas de hierro y goma, martillos de carrocero, palancas con distinta geometría, limas de batir y sufrideras o tases. Además, para separar zonas de difícil o nulo acceso, hay que disponer de un equipo multifunción SPOT para el acero y uno de descarga de condensadores para el aluminio.

Junto a las herramientas de golpeo también debe contarse con bancadas universales o minibancadas para efectuar pequeños tiros en daños de intensidad menor; equipos auxiliares de medición (compases de varas) o gatos hidráulicos expansores; herramientas de corte (radiales o sierras neumáticas), y útiles de limado y cepillado.

También conviene tener utillaje para retirar puntos de soldadura (despunteadoras, brocas de despunteado y soldadoras láser); herramientas para separar los paneles (cinceles, cortafríos y buriles); útiles de sujeción (mordazas autoblocantes); caballetes o bancos de trabajo donde colocar las piezas desmontadas; equipos de soldadura MAG y MIG, y herramientas para aplicar adhesivos (pistolas de extrusión y antigravillas o ceras de cavidades).

Para la reparación de plásticos, se utilizan también pistolas de calor para soldar o corregir deformaciones y las fresas de limado para efectuar biseles. En cuanto a las lunas, se debe disponer de herramientas de eliminación del cordón de poliuretano (cable acerado o trenzado, y quitalunas neumática). A esto se suman los adhesivos estructurales.

Por otro lado, en el área de pintura, para el lijado y la aplicación de pintura, debe tenerse en el taller un compresor de aire, equipos de pintado (cabinas o plenums, donde circula una corriente de aire que pasa por distintos filtros que retienen las partículas de polvo y pintura pulverizada residual, o eliminan la carga contaminante de estos productos) y de secado. Entre ellos destacan la cabina de pintura y los equipos de infrarrojos. Estos últimos están pensados para efectuar un secado más efectivo, ya que reducen los tiempos de curado

Las herramientas necesarias en el área de pintura son las máquinas rotorbitales de lijado; espátulas de masillado; caballetes o bancos de trabajo; pistolas aerográficas, que pueden ser de succión o gravedad (a su vez, existen tres tipos según su funcionamiento: convencionales, HVLP e híbridas), y útiles de enmascarado, como cúteres o los carros dispensadores.

A esto hay que añadir la máquina de básicos donde están todas las bases de color; un ordenador con software del fabricante de pintura; útiles para pesar y mezclar la pintura; secadores manuales de pintura al agua denominados Venturi, y pulidoras y útiles de corrección de defectos de pintado.

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