La pintura de base acrílica es la más utilizada en el sector de la automoción, aunque también se comercializan otras de base sintética. Entre estas últimas cabe destacar las imprimaciones anticorrosivas para metal, los esmaltes de color (para distintas superficies aplicables con pistola, aerosol, rodillo o pincel), nitrosintéticos de aluminio para pintado de llantas y pinturas tipo ‘martelé’ para utillaje y equipamiento de taller.

Entre las principales características de este tipo de pintura Loctite destaca en un post que publica en su blog que estos productos están compuestos por resinas gliceroftálicas modificadas con aceite (resinas alquídicas o sintéticas) que permiten ligar el resto de elementos y definir el aspecto y acabado superficial, la resistencia química, mecánica y ambiental de la película seca o la capacidad para adherirse a determinados sustratos.

Las pinturas sintéticas que se emplean en los talleres se diluyen con productos específicos que no reduzcan la calidad de acabado, suelen ser de secado físico, no precisa de un posterior barnizado, abaratan el coste del repintado y se comercializa con acabados mate, satinado o con brillo (menor que un barniz acrílico o una pintura monocapa).

Por lo que respecta a la preparación de fondos previa a la aplicación de una pintura sintética, esta se centra en garantizar una buena adherencia y un óptimo acabado. Para ello, hay que limpiar y desengrasar la pieza, eliminar restos de óxido y lijar con un grano que se adapte al micraje que aporte dicha pintura (P-400 es suficiente).

A continuación, se tiene que soplar la superficie con aire a presión, desengrasarla de nuevo y pasar un paño para eliminar las motas de polvo. Si la pieza que se va a pintar va montada sobre otras que no se van a revestir, estas se deben enmascarar.

Tampoco hay que olvidar que para ciertos acabados de metal o superficies metálicas, puede ser necesario una imprimación anticorrosiva o de adherencia.

En el caso de emplear aerosol, es necesario agitar el spray enérgicamente para que todos los componentes se mezclen bien. Para perfilería, es necesaria una boquilla de pintado tradicional y para superficies más amplias, una boquilla con patrón de pulverizado tipo abanico.

El artículo indica que es conveniente pintar a una distancia de 25 cm, aplicar dos o tres manos de forma cruzada y, entre mano y mano, respetar un tiempo de evaporación de disolventes de unos 10 minutos.

Para pintar con pistola, hay que remover el contenido del bote para que todos sus compuestos se mezclen y realizar la dilución de la pintura con disolvente, paso muy importante para evitar descuelgues. Después hay que filtrar la mezcla antes de introducirla en el depósito de la pistola.