¿Sabías que el 20% de los vehículos en circulación en España presenta deficiencias en el sistema de frenos? Lo asegura un informe de la iniciativa “Elige calidad, elige confianza” (ECEC), donde se integran los principales fabricantes de componentes en España agrupados en la patronal Sernauto.
Como el frenado es tan importante en la seguridad de un coche, la red Euromaster recomienda vigilar varios elementos clave para su óptimo funcionamiento, identificando tres señales básicas que pueden indicar que algo no funciona bien en los frenos del coche:
1. El tacto del pedal del freno cambia: está más duro o más blando de lo habitual. Es probable que necesites un cambio de líquido de frenos.
2. Ruidos y vibraciones al pisar el freno: puede estar provocado por una deformación de los discos de freno.
3. Distancias de frenado más largas: aquí hay que comprobar que las pastillas no se hayan gastado o que su material no haya cristalizado.
La peligrosidad de unos frenos en mal estado se extiende tanto en ciudad como en carretera, donde las consecuencias de una frenada deficiente pueden afectar tanto al propio vehículo como a otros usuarios, incluso en sentido contrario.
Por este motivo, Euromaster recomienda realizar un correcto mantenimiento del sistema de frenado y cambiar a tiempo alguno de sus diferentes componentes (líquido, pastillas y discos). Si bien no existe una cifra única de kilometraje para cambiar los frenos, se recomienda revisarlos de forma más exhaustiva a partir de los 20.000 kilómetros.