Reparación | La 'cochefobia' se acerca al esperpento

Atacar al coche es atacar uno de los pilares de nuestra economía. Los políticos gobiernan en permanente campaña electoral y sin una "estrategia de país", como recientemente reclamaban desde Sernauto.

Restricciones de tráfico en Madrid
Restricciones de tráfico en Madrid

El viernes 30 de noviembre está prevista la entrada en vigor de Madrid Central, el programa de restricción del tráfico en el centro de la capital. Una medida que ha generado polémica e insatisfacción a partes iguales entre conductores, talleres y diversos actores del sector del automóvil.

Polémica e incluso risas. Hace unos meses, el humorista Joaquín Reyes imitaba a Manuela Carmena en el programa El intermedio de La Sexta, en un hilarante sketch que podemos ver más abajo y en el que la fiebre por restringir el tráfico no se libraba de la aguda caracterización de la alcaldesa.

Más allá de lo esperpéntico, lo cierto es que Madrid Central y otras medidas como el Plan A no son los únicos proyectos para restringir el tráfico en las grandes ciudades europeas. Proyectos que, partiendo de un objetivo loable y necesario -reducir la polución y las emisiones de CO2-, están adoptando líneas de actuación poco meditadas y, más grave aún, sin consensuarlas con el sector ni con los usuarios.

De hecho, según una encuesta del RACE y Goodyear, para siete de cada 10 madrileños el coche es imprescindible en sus desplazamientos. La descoordinación entre administraciones y las carencias en el transporte público alternativo tampoco favorecen la movilidad.

Llama la atención, además, que se carguen las tintas exclusivamente en el vehículo privado. Pareciera como si una cochefobia hubiera poseído a los responsables políticos que, en permanente campaña electoral, arremeten de primeras contra el transporte privado, con la prohibición como arma casi exclusiva. Los planes para prohibir los vehículos con motor de combustión interna para 2040 son la muestra más llamativa por parte de un Gobierno fugaz en minoría que ni siquiera es capaz de sacar adelante los presupuestos generales del Estado.

Si a eso le añadimos la importancia de la industria automovilística (de venta y posventa) en España, estas medidas, basadas más en la prohibición que en el consenso, bordean la temeridad. No se puede olvidar que nuestro país es el octavo productor mundial de automóviles y vehículos comerciales ligeros y que la industria del automóvil representa el 10% del PIB nacional, con una facturación superior a los 60.000 millones de euros. Disparar contra el automóvil es hacerlo contra uno de los pilares de nuestra economía y, por ende, contra el empleo.

Aun así, y a pesar de la gravedad de la cochefobia, no viene mal tomárselo con humor, como hace el gran Joaquín Reyes. ¡No te pierdas el vídeo!

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