Esa obra maestra del séptimo arte llamada "Cinema Paradiso" aseguraba que "el cine sólo es un sueño". Pues bien, imagina un robot que se mueve hacia ti en la entrada de un taller mecánico, te pregunta qué necesitas y te deriva hacia una parte del local, mientras te acompaña. Visualizar esta imagen parece más propio de ese caleidocópico sueño de una película que de la rutina palpable del día a día en la posventa de automoción. Nada más lejos de realidad. Al menos para la CEO Lucía Bonilla. Porque en su negocio, Bonilla Motor (Toledo), la digitalización y la tecnología van un paso más allá: desde el más sencillo buzón de llaves al aún en ciernes Motormind, pero, sin duda, la gran estrella es Bonicar, "Boni" para los compañeros de carne y hueso, ese robot -muy real, nada de sueños- que ejerce como asesor de servicio saludando y recibiendo al cliente a su entrada a su taller para derivar su visita.
"Todas estas herramientas digitales y robóticas surgen de una necesidad: no tenemos personal, contar con más técnicos cualificados es imprescindible, soy una persona con la mente muy inquieta y he querido trabajar pensando en qué podemos aportar para traer un futuro mejor a nuestro sector y esto también pasa por la eficiencia en las jornadas de trabajo", contextualiza Bonilla.
"La tecnología va avanzando por momentos, nos desborda a pasos agigantados, porque cada día nos sorprende con una novedad, por ello, me obsesiona desde hace tiempo pensar la manera de mejorar la eficiencia ya no sólo de mi negocio, sino de todos los talleres en general, que no pierdan dinero, que logren esa rentabilidad que todos anhelamos, ésa es la primera idea que me quita el sueño", reconoce, tras responder a la llamada de Infotaller, camino de la Gala 2025 de Cesvimap, en Ávila, en la que resultó finalista.
¿La otra? "Conseguir atraer el talento al sector, mejorar ese futuro, que ya es presente, en el que muchos talleres están teniendo que cerrar porque no hay personal, tenemos que acercar a las nuevas generaciones y considero que una buena forma es con la implantación de estos robots y de la ultimísima generación, estoy convencida de que su manejo puede llamar la atennción de los jóvenes, hacer que el sector les pueda resultar más atractivo, porque les puede enganchar trabajar con robots, esa curiosidad de manejar a diario una tecnología tan nueva", afirma convencida.
Y ahí, justo ahí, es donde aparecen el popular Boni y demás ingenios robóticos. Así analiza Lucía Bonilla cada uno de ellos en mayor profundidad, explicando tanto su funcionamiento como el estado de desarrollo en el que se encuentra:
- Motormind: Es "la joya de la corona". "En el pasado Motortec ya di unas pinceladas en una de las ponencias, actualmente está en fase de validación, es una start up que he montado yo misma y está centrada en el proceso de diagnosis del taller, el objetivo es reducir el cuello de botella que se genera en la fase de recepción y análisis de los vehículos, con este robot, hemos logrado disminuirlo entre 30 y un 40%, eso es una evidente ganacia para el taller, porque lo que se hacía en dos horas, ahora se hace en 20 minutos, y encima, con un ventaja añadida más: los jóvenes, mientras la utilizan, aprenden, porque se están formando", arguementa Bonilla sobre sus principales ventajas. Su creadora distingue dos caminos diferentes "en función de si se trata de carrocería o de mecánica". La hoja de ruta comienza con "un enlace al cliente que responde a una batería de preguntas sencillas y se realiza una identifcación por parte del robot, que lleva a cabo una preperitación o un presupuesto respectivamente, según cada caso". El proceso de desarrollo no ha sido extenso, pues empezaron "hace ocho meses a trabajar en él", aunque Bonilla reconoce que "llevaba ya tres años dándole vueltas". Si todo va bien, "para julio podría ya casi salir a la venta, pero es verano, en agosto el sector para sustancialmente, así que es mejor esperar a la primera semana de septiembre que, además, la gente, con el inicio de curso, suele afrontar y apostar por nuevos retos", ubica en el calendario una salida al mercado que, por ahora, sólo está en fase digital, sin formato físico: "No hemos decidido aún qué aspecto tendrá, pero su apariencia podría ser la de esos postes con pantalla que tienen muchas cadenas de comida rápida o de venta de entradas". Por último, en cuanto a las tarifas, "seguramente sea pago por suscripción, en función del uso de cada taller".
Así funciona Motormind, bien sea elaborando un presupuesto o con un preperitaje.
- Bonicar: Se trata de un robot de recepción. En forma de cilindro, se desplaza impulsado mediante ruedas. Cuando el cliente entra en la exposición avanza hasta él y va a saludarlo, aparece así una primera impresión sorprendente y atractiva. "Se genera un clima distendido, al tiempo que mejora la eficiencia del negocio, porque es el propio robot el que realiza las primeras preguntas al cliente, ahorra tiempo, pues no tiene que estar una persona, son cuestiones de lo más básico, pero permiten ya canalizar cada caso hacia recepción, ventas o talleres, además también te puede mostrar las mejores ofertas disponibles y llevarte a la página web", explica Bonilla sobre un modelo que posee bajo renting. En este sentido, la emprendedora ya masculla darle una vuelta de tuerca más: "No descarto este formato para Motormind, podríamos incluirlo para que fuera aún más ágil y móvil, veremos después de verano, pero puede ser una posibilidad...", deja la puerta entreabierta, al igual que también le ve recorrido como un "transportador de piezas", que lleva en su interior desde el almacén los recambios que necesita el mecánico.
Bonicar se encarga de la recepción de los clientes en la exposición.
- Buzón de llaves: Es el más cotidiano de todos. "No es más que un mueble-almacén con diferentes compartimentos, como cualquier Click&Collect de Correos u otra empresa de distribución: se abren mediante el código QR que el cliente recibe previamente en su teléfono móvil, así puede depositar su llave para entregar el coche al taller o también recogerlo una vez esté reparado y listo para devolver sin necesidad de la presencia de un mecánico, que puede estar realizando mientras otras funciones con el consiguiente ahorro de horas". Lógicamente, todas las operaciones realizadas al vehículo o cualquier consulta están a disposición del propietario del automóvil de manera digital en su móvil.
El buzón de llaves aporta comodidad para clientes y mecánicos.