Una nave en el término municipal de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) era el centro de operaciones de un grupo criminal desmantelado por la Guardia Civil y que se dedicaba a acumular e incinerar residuos tóxicos procedentes de talleres mecánicos de las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva. La investigación, desarrollada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) junto al Equipo Roca de la compañía de Carmona, se inició tras detectarse prácticas irregulares en la gestión de residuos en una empresa familiar del sector.
Así, según informa La Voz de Alcalá, la operación, denominada Filtersev, ha destapado un entramado de falsificación documental y eliminación ilegal de residuos peligrosos como filtros de aceite, restos de aceite mineral usado, líquido de frenos y baterías. Estos materiales, que deben ser gestionados mediante empresas autorizadas y según estrictos protocolos, eran desviados a una nave clandestina en Alcalá, donde se acumulaban y eran incinerados de forma incontrolada, sin pasar por plantas de tratamiento homologadas.En total, se estima que cerca de 200 talleres podrían estar implicados en esta red ilegal de eliminación de residuos.
De todas ellas, llama la atención por su gravedad, la quema de filtros de aceite al aire libre, una práctica que requiere mucho tiempo debido a su composición y que genera emisiones tóxicas con un alto impacto sobre la calidad del aire y la salud pública.
La envergadura de la trama queda latente por el hecho de que, durante la investigación, los agentes inspeccionaron más de 50 talleres en colaboración con el departamento de Residuos de la delegación de Medio Ambiente de Sevilla, que constató numerosas irregularidades. Entre ellas, la existencia de declaraciones manipuladas en las que se registraban cantidades de residuos menores a las reales, con el fin de evitar controles de la Administración.
El presunto cabecilla del grupo criminal, trabajador de una empresa gestora de residuos, actuaba de intermediario para numerosos talleres, falsificando documentos y evitando el tratamiento reglado, afirmó la Guardia Civil. Además, otras cuatro personas han sido investigadas como presuntas autoras de delitos contra el medioambiente y falsificación documental, y ya han sido puestas a disposición de la autoridad judicial.
La operación permanece abierta y no se descartan nuevas actuaciones por parte de los agentes del Seprona de la Comandancia de Sevilla.