Carlos Sanrigoberto, quien ocupara el cargo de presidente de Schaeffler Iberia (división Automotive Aftermarket) hasta el mes de mayo de 2016, ha fallecido a los 63 años tras varios años de lucha contra el cáncer. Finalmente, esta figura histórica del sector no ha logrado superar una neumonía.
Sanrigoberto fue premiado en 2016 con la insignia de oro de Ancera, valorado por la asociación de distribuidores como "una persona muy relevante en el sector de la posventa y con una trayectoria profesional de éxito en Schaeffler Iberia", este homenaje supuso un reconocimiento a años de trabajo.
Carlos Sanrigoberto faccedió a la dirección de Ancera en 1991, pero tuvo que abandonar sus funciones al frente de la patronal de los recambistas cuando, en 1992, fue nombrado responsable comercial en LuK. En esta compañía pudo demostrar su valía profesional y terminó dirigiendo la misma, hasta convertirse en lo que ahora conocemos como Schaeffler Iberia.
Importante personaje de la posventa española, fue presidente de la Comisión de Recambios de Sernauto entre 1996 y 2004 y miembro de la Junta Directiva hasta 2013, donde trabajó activamente
mostrando su total apoyo y compromiso por el sector de la automoción. Además, se mantuvo a la cabeza de Schaeffler Iberia hasta mayo de 2016, fecha en la que se jubiló como presidente de la compañía. Su relevo fue Ignacio Naranjo, entonces director comercial de la empressa. Durante su destacada trayectoria como presidente de Schaeffler Iberia contribuyó al crecimiento de la compañía en España, pero también al desarrollo del sector de la posventa.
Desde Schaeffler Iberia "desean destacar su carácter emprendedor, su compromiso con sus empleados y su visión de la empresa como una gran familia que debe remar en la misma dirección. Fue precisamente esa visión particular la que contribuyó a la importante implantación de Schaeffler en España y Portugal. Durante casi 25 años, Sanrigoberto afrontó con éxito los retos que encontró a su paso, como la renovación del sector, la incorporación de nuevas marcas o la digitalización de procesos en la posventa. La compañía pierde así al que fue su gran impulsor en España, modelo de una generación de directivos que supo imprimir su carácter y empuje incansable en su gestión".
