Reparación | Antonio Martí (Fedama Aptra): "Como no se formen, muchos talleres van a quedarse por el camino"

El recién elegido presidente de la asociación malagueña, perteneciente a Cetraa, repasa en una entrevista los retos de su mandato: potenciar la imagen del colectivo, la formación y la lucha contra los ilegales.

Antonio Martí fue elegido presidente de Fedama el pasado 16 de noviembre
Antonio Martí fue elegido presidente de Fedama el pasado 16 de noviembre

"La formación es un problema, pero todavía estamos a tiempo". Con este mensaje de alerta, pero también de cautela, Antonio Martí acaba de tomar posesión como nuevo presidente de la Federación de Empresarios de Automoción de Málaga (Fedama). En una entrevista en el diario Sur, Martí repasa los retos pendientes del sector así como sus primeras acciones al frente de la institución.

El nuevo presidente de Fedama lleva 35 años ocupando diferentes puestos de responsabilidad en la asociación. Como veterano, señala la importancia de estar presente en los medios de comunicación. De hecho, en sus primeras semanas al frente de Fedama, Martí ha recuperado el logo y los colores iniciales de principio. Se trata de un esfuerzo por "dar vida" y mostrar una imagen más homogénea. 

"Como no se formen, lo van a tener crudo. El sector va a cambiar radicalmente, no de una manera muy rápida, pero muchos van a quedarse en el camino"

"Me he dado cuenta de que no estamos muy presentes en los medios de comunicación, Nos falta proyección de publicidad. Una de mis primeras acciones ha sido contratar una empresa de comunicación que lleva también las comunicaciones de otras confederaciones muy potentes de ámbito nacional, como la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (Cetraa)", ha destacado en la entrevista.

La formación, el gran reto de presente

Otra de las acciones para ganar visibilidad es estar presente en más encuentros a nivel nacional. "Es otra de nuestras luchas", ha mencionado. Aunque el principal reto es el que radica en la formación de los profesionales. "Es una de las cosas que más quiero potenciar", ha incidido.

"Sobre todo, nos estamos encaminando a que se formen en el tema eléctrico las personas de entre 30 y 40 años, que todavía les quedan muchos años en el sector. Damos cursos íntegramente subvencionados por Fedama para integrarlos en el vehículo eléctrico. Sabemos que los talleres grandes, pertenecientes a concesionarios tienen su plan de formación de la marca y están muy actualizados, pero la mayoría de nuestros socios son talleres pequeños, de dos a cinco trabajadores. Y esta clase de talleres, en la mayoría de los casos, no cuentan con un plan de formación anual", advierte.

"Algunas personas van al ilegal por el ahorro hipotético que esto supone. El taller que tiene todo en regla nos llama indignado, y con razón"

De hecho, la formación será el aspecto fundamental en la próxima década y advierte del riesgo al que se enfrentan muchos de estos talleres. "Como no se formen, lo van a tener crudo. El sector va a cambiar radicalmente, no de una manera muy rápida, pero muchos van a quedarse en el camino", alerta.

Convivencia de modelos

Sin embargo, al mismo tiempo, lanza un mensaje optimista. "Estamos a tiempo. Muchos se piensan que los eléctricos no van a llegar o que falta mucho para que lo haga. Pero es que están aquí ya", reconoce.

Aún así, la lenta implantación de los eléctricos en la provincia les da un tiempo precioso. "El parque móvil sigue sin estar preparado", señala, pero el cambio es irremediable. "El primero que desaparecerá será el diésel, pero sigue quedando una gama enorme de vehículos sin etiqueta 0 o etiqueta ECO que se siguen vendiendo. También estamos dando por supuesto que los eléctricos son la solución, pero realmente no hay nada escrito. Quien sabe si dentro de unos años se impone el hidrógeno, por ejemplo", afirma.

Los elevados costes de este tipo de vehículos suponen, a su juicio, el principal freno, aunque también influye los puntos de recarga. Martí coincide en la necesaria convivencia del eléctrico con otros modelos. "Igual que hasta hace unos años convivían como iguales diésel y gasolina lo pueden hacer en el futuro eléctrico e hidrógeno, por ejemplo. Al final será la industria la que determinará hacia dónde vamos a ir", ha manifestado.

La lucha contra los ilegales

En lo que no tiene dudas es el que el mercado está cambiando. El cliente particular es cada vez una parte menor del pastel de los talleres. Las nuevas formas de movilidad o el transporte público implican una necesaria adaptación de los negocios. 

"Yo creo en todos los tipos de talleres. De los 1.040 socios que tenemos, más de 800 son talleres pequeños. Yo los cuido a todos por igual. Lo hemos hecho así antes y lo seguiremos haciendo así en el futuro", asevera.

En la entrevista en Diario Sur, Martí hace hincapié en la lucha contra los 'ilegales'. "No es justo que los talleres intenten tener la normativa al día para que venga el listo de turno y se olvide de las normas. Los talleres pequeños hacen un esfuerzo muy grande por tenerlo todo en regla. Los planes de prevención, el reciclaje de residuos frente a las inspecciones del Seprona… y ahora el tipo que está al lado, que tiene la puerta medio cerrada, ni siquiera hace factura", critica.

No obstante, Martí hace un llamamiento a los conductores. "Algunas personas van por el ahorro hipotético que esto supone. El taller que tiene todo en regla nos llama indignado, y con razón. Nosotros aquí realizamos una investigación para intentar ver la actividad que se está desarrollando. Yo me he personado en varios talleres. En ocasiones, los hemos intentado meter por el buen camino, legalizado y asociado a nuestra federación, pero no siempre es así. En caso de que nos ignoren realizamos fotos, realizamos un informe con todas las deficiencias detectadas y denunciamos al Seprona", concluye.

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