Reparación | Ancera pide prudencia y neutralidad en la transición ecológica

Una transición desproporcionada y a destiempo tendría consecuencias graves en la economía, advierten los recambistas.

Miguel Angel Cuerno, presidente de Ancera
Miguel Angel Cuerno, presidente de Ancera

Al igual que otras asociaciones del sector automotriz español, la patronal de recambistas Ancera no ve con buenos ojos los primeros detalles conocidos de la futura ley de cambio climático y transición energética, que pretende poner fin a la venta de vehículos diesel, gasolina, GNC, GLP e híbridos en 2040.

Desde la Asociación Nacional de Comerciantes de Equipos, Recambios, Neumáticos y Accesorios para Automoción piden prudencia y neutralidad en el proceso de transición ecológica, sumándose a las peticiones del sector de la automoción y de los sindicatos al Gobierno.

Ancera reclama diálogo entre todos los operadores del mercado y las administraciones públicas para que la transición medioambiental se realice de forma justa, ordenada y prudente. Se evitaría así que tenga un impacto negativo en el ámbito social, laboral y económico del país y de los ciudadanos. 

Recuerdan los recambistas que "una transición desproporcionada y a destiempo podría provocar consecuencias graves en la economía y en el bienestar social". Y denuncian que privaría a los ciudadanos del principio de neutralidad tecnológica,  el cual establece que cada individuo podrá elegir la tecnología más afín a sus necesidades.

El presidente de Ancera, Miguel Ángel Cuerno, asegura que "la forma más efectiva de reducir las emisiones contaminantes pasa por la renovación del parque circulante, pues no tienen que ver nada en absoluto la contaminación de un vehículo Euro 6 con la de un Euro 1".

De aprobarse la futura ley tal y como está planteada, "España podría tener dificultades sociales, políticas y económicas. España no cuenta con las infraestructuras adecuadas para tener un parque 100% eléctrico: no hay suficientes puntos de carga, falta desarrollar la tecnología del eléctrico y disminuir su coste, por lo que se estaría privando, finalmente, al ciudadano de su libertad de circulación", advierte Cuerno.

El presidente de los distribuidores de recambios recuerda asimismo el compromiso de Ancera con el medio ambiente: "la distribución está plenamente comprometida con el medio ambiente y la calidad del aire, pero también está conforme con el principio de neutralidad tecnológica".

Cuerno recuerda además que "los datos manifiestan que generar la energía para un parque circulante puramente eléctrico contaminaría probablemente más que los vehículos de combustión circulando, por lo que debemos hacer una transición ordenada, prudente, correcta, en la que todos seamos partícipes y en la que el único foco de la cuestión sea el ciudadano y su bienestar social".

Para finalizar, Ancera requiere al ministerio un mayor protagonismo en el mantenimiento y recambios de automóviles, los cuales llegan a influir hasta en un 25% o 30% de las diferentes emisiones contaminantes del vehículo. El mantenimiento de los componentes sería la mejor manera de reducir significativamente las emisiones contaminantes sin perjudicar a la sociedad ni a la economía y mejorando cualitativa y cuantitativamente la seguridad vial, aseguran desde Ancera.

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