El Real Automóvil Club de España (Race), en colaboración con Goodyear, han analizado los datos de más de un millón de inspecciones técnicas de vehículos realizados en estaciones de TÜV SÜD Atisae repartidas por España y, extrapolando, estiman que más de un millón y medio de vehículos podrían estar circulando con neumáticos con defectos graves.

De 1.045.242 vehículos inspeccionados, incluidos ciclomotores, motocicletas, turismos, furgonetas, autobuses, vehículos de transporte de mercancías y remolques, un total de 48.073 presentaban defectos graves o muy graves en los neumáticos, lo que representa el 4,7% de las inspecciones. Extrapolando estos resultados al parque de automóviles, estamos hablando de un total de 1.572.033 vehículos, concretamente 55.065 ciclomotores, 71.357 motocicletas 1.272.419 turismos, 121.585 vehículos comerciales ligeros, 55.625 camiones y 2.148 autobuses.

Por porcentajes, el mayor número de defectos graves en neumáticos son de turismos, con el 5,2%; seguido de furgonetas, con el 4,9%, ambos por encima de la media del resto de vehículos, situada en el 4,7%. Les siguen el transporte de personas de más de 9 plazas, con el 3,3%; ciclomotores, con el 2,9%, y camiones y remolques, con el 2,2 y 2,3%, respectivamente. El vehículo que demuestra tener menos defectos en los neumáticos son las motocicletas, con el 2%.

Por tipología, el 40% de los ciclomotores montan neumáticos con dimensiones y/o características no coincidentes con las incluidas en la Tarjeta de Inspección Técnica del Vehículo-TITV o sus equivalentes, seguido del 19%, que calzan neumáticos con un desgaste irregular excesivo en la banda de rodadura. Respecto a motocicletas, el 34% monta neumáticos con dimensiones y/o características no coincidentes con las incluidas en la Tarjeta de Inspección Técnica del Vehículo-TITV o sus equivalentes, seguido del 30% que calzan neumáticos con un desgaste irregular excesivo en la banda de rodadura. Ciclomotores y motocicletas, por tanto, son los que mayor número de defectos registran.

En turismos, el 51% sufren desgaste irregular en la banda de rodadura; el 16% presentan defectos de estado: ampollas, deformaciones anormales, roturas u otros signos que evidencien el despegue de alguna capa en los flancos o de la banda de rodadura, y el 14% no cumple las los 1,6 mm de profundidad que como mínimo debe tener la banda de rodadura.

Los vehículos comerciales ligeros tienen una pauta muy simular a la de los turismos en cuanto a defectos: 45% desgaste irregular, 17% defectos de estado y 13% profundidad del dibujo por debajo del mínimo legal.

Los principales defectos en los vehículos de transporte de personas de más de 9 plazas son profundidad del dibujo por debajo de lo legal (28%) y desgate irregular excesivo (24%).

Por su parte, los vehículos de transporte de mercancías de más de 3,5 toneladas presentan como defecto más común, defectos de estado (36%), los como ampollas, deformaciones anormales, roturas u otros signos que evidencien el despegue de alguna capa en los flancos o de la banda de rodadura y desgaste irregular excesivo en la banda de rodadura (25%).

Para Mario Recio, director general de Goodyear España, los esfuerzos que hacen por fabricar los neumáticos más seguros no sirven de nada si “los usuarios no prestan la atención necesaria al correcto cuidado de los neumáticos, que son los elementos esenciales que nos mantienen en contacto con la carretera. A la luz de los datos del estudio realizado junto al RACE, en 2021 el mantenimiento de los neumáticos continúa siendo una asignatura pendiente en España”.

En la misma dirección apunta el director general del Race, Antonio Lucas, cuando afirma que “de cara a circular con seguridad, es muy importante realizar el mantenimiento del vehículo de forma correcta, respetando las revisiones establecidas y prestando especial atención a elementos de seguridad como los neumáticos. Debemos vigilar de forma periódica su estado, la presión y su dibujo ya que, como se observa en los datos de siniestralidad de la DGT, un neumático con desgaste irregular, o con una profundidad inferior a la mínima permitida, puede suponer un riesgo de salida de vía o pérdida de control del vehículo por falta de adherencia, especialmente con climatología adversa”.

Respecto a los defectos encontrados en los vehículos implicados en accidentes en carretera, datos de la DGT revelan que los neumáticos ocupan el primer lugar. Es más, existe una relación directa entre la antigüedad del vehículo involucrado en un accidente y el estado de los neumáticos, de forma que tres de cada cuatro vehículos siniestrados con defectos en los neumáticos tienen más de 10 años.

A tenor de los datos, Race y Goodyear aconsejan el correcto mantenimiento y buen estado de los neumáticos, ya que es de vital para la seguridad; mantener la presión según las especificaciones del fabricante, teniendo en cuenta la carga que va a soportar el vehículo; cambiar los neumáticos una vez alcancen una profundidad de 3 mm, aunque el mínimo legal sea de 1,6 mm, respetando la información de los indicadores de desgaste, y revisar periódicamente el desgaste desigual del neumático, sobre todo los direccionales, ya que un desgaste desigual se puede producir por presión inadecuada (los dos bordes externos de la banda de rodadura, o el centro) o por una alineación incorrecta de las ruedas (desgaste por un solo borde de la banda de rodadura). También el mal estado de la suspensión puede dar lugar a desgastes irregulares.

Asimismo, recomiendan revisar visual y periódicamente el estado de las llantas, por la parte interior también, para detectar desperfectos peligrosos, y evitar rozaduras o golpes contra bordillos u otros obstáculos, pues pueden ocasionar daños internos no visibles (si presenta una hernia en el flanco debe sustituirse cuanto antes). Además, explican que los neumáticos envejecen y el caucho se endurece y pierde sus propiedades originales de elasticidad y adherencia.

Para revisar la presión de los neumáticos, Race y Goodyear recomiendan hacerlo con el neumático en frío, lo que significa rodar menos de 3 km a poca velocidad, consultar los indicadores de presión, que puede encontrarse por lo general en el marco de la puerta o en el interior de la tapa de la gasolina; revisar la presión cada 2.000 kilómetros, un mes o ante un viaje largo; colocar siempre el tapón de la válvula, imprescindible para asegurar su hermeticidad, y verificar también la presión de la rueda de repuesto, que debe ser igual a la presión más alta de las recomendadas.