Según el Barómetro de Averías del RACE, la causa mayoritaria de las averías que precisan asistencia en carretera están relacionadas con el mal funcionamiento de la batería. En concreto, se registraron 165.000 asistencias por este motivo en 2017, lo cual supone un 46% del total.

Aunque las altas temperaturas son las que provocan la autodescarga de la batería, habitualmente los problemas no empiezan a manifestarse hasta la llegada del invierno.

Revisar la batería evita complicaciones innecesarias

Con las Navidades a la vuelta de la esquina, la revisión de un experto se vuelve primordial. Como indica Christian Rosenkranz, vicepresidente de Ingeniería de Johnson Controls Power Solutions, "la comprobación de la batería ayuda a identificar los fallos inminentes. Por ello, los conductores deban llevar a revisar la batería al taller al menos una vez al año, preferiblemente antes del invierno".

Además de las temperaturas, hay que sumar otro factor igualmente importante como es la edad de la batería. A medida que esta envejece, su rendimiento disminuye debido a que la corrosión y la sulfatación impiden que ésta alcance su carga plena.

Asimismo, deben evitarse los períodos largos sin usar el coche, ya que en muchos coches modernos la batería ya no sólo abastece de energía al encendido y el arranque del vehículo, sino que forma parte de un complejo sistema eléctrico que suministra energía a numerosas funciones de confort y ahorro de combustible. Así, tiene que suministrar energía incluso con el motor apagado.

Por ello, es recomendable que los conductores hagan un viaje largo con el coche al menos una vez al mes, especialmente en invierno.