Electromecánica | Wolf Oil muestra el proceso de fabricación de sus lubricantes en Bélgica

Mireia González, Head of Regional Marketing de Wolf Oil Corporation, realiza una visita guiada por las instalaciones de la compañía y da las claves de los aceites de motor que elaboran.

Seb de Junior WCR hace una visita a las instalaciones de Wolf Oil, con Mireia González, Head of Regional Marketing de Wolf Oil Corporation, en Bélgica, para explicar cómo se hacen los lubricantes en su fábrica.

El lubricante está compuesto por el aceite en base y aditivos. Luego se fusionan y se obtiene el producto final. El 70% de un lubricante es aceite base y el 30% es el aditivo.

Mireia González muestra la ubicación exterior donde se encuentran los tanques de aceite. Según explica, "en la fábrica hay más de 3 millones de litros en aceites de base. Los tanques más grandes podrían rondar los 500.000 litros".

Para elaborar los lubricantes, se sigue una "receta". Primero se añadirían los aceites de base que es como el agua y luego se añaden los demás ingredientes, las verduras, por ejemplo, que son los aditivos.

La Head of Regional Marketing de Wolf Oil Corporation posteriormente, guía a su invitado hasta la zona interior, donde están los tanques con aditivos. Algunos se encuentran en tanques y otro en barriles.

"El proceso de mezclado está controlado por los trabajadores y por un ordenador, porque la formulación tiene que ser lo más exacta posible. Depende de la formulación se necesitarán diferentes tipos de aditivos y diferentes cantidades", explica la Head.

La importancia del laboratorio

"Las materias primas son controladas por el laboratorio antes de llegar allí. Después de mezcladas también se verifican en el mismo. Cuando el producto está mezclado, se toma una muestra, que llegará al laboratorio, se escanea y se ve qué tipo de lubricante es. Luego se realizan las pruebas necesarias", muestra Mireia González, que afirma que esta sección es vital.

En Wolf utilizan la tecnología 'Multifactor oil serum', que contiene 20 ingredientes activos. "A medida que los motores nuevos van llegando, se necesitan lubricantes sofisticados, por lo que la tecnología hará aumentar la vida útil de los lubricantes y también mantener los motores jóvenes. Además, permitirá que los motores funcionen de manera óptima entre intervalos de servicio cada vez más prolongados".

A continuación, pasan al almacén, donde hay envases de diferentes tamaños, "uno para cada necesidad". Las máquinas se encargan de realizar todo el proceso. "Hay ocho máquinas para rellenar envases de hasta 4 litros, es decir, para los envases pequeños. Dos automáticas y seis semiautomáticas. Se encargan de llenar el aceite, colocar los tapones, las etiquetas, incluso de introducir las latas y colocarlas en la paleta. Es un proceso automático que permite realizar 30 latas en un minuto", cuenta la responsable.

Para concluir, Mireia González explica que "de los bidones de 205 litros se pueden hacer 400 y de los de 20 litros se pueden hacer 1000". 

De ahí, pasarán al área final, que es donde se preparan los envíos de aceites de motor a más de 100 países en el mundo.

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