Un cuello de botella que comenzó en el Black Friday y se está haciendo mucho más angosto en Navidades. Las compras propias de estas dos cúspides en el calendario del consumo están generando una lista de espera en los talleres a costa de la llega de los pedidos online. Una demora que se debe a la saturación en los servicios de paquetería, que generan retrasos de hasta ya cinco días en la llegada de piezas y suministros para los talleres. Esto solo afecta a los pedidos de distribuidores que trabajan con empresas externas, no a los que tienen flotas de reparto propias, que son en su mayoría.
Así, saturación es la palabra más repetida en estas fechas en los talleres. No porque haya más coches para reparar en fin de año, sino que ese arreglo les lleva más tiempo a los mecánicos. Es el caso de Galician Service A Estrada (Pontevedra), donde la situación les es familar. Se repite cada año. "Si normalmente podemos tener las piezas de un día para otro, ahora nos vemos con esperas de tres o cuatro días, es un problema, pero ocurre también en agosto, cuando muchos trabajadores cogen vacaciones y los talleres se quedan con menos personal", afirman en El Faro de Vigo sobre una estructura cíclica.
A menos de 40 kilómetros, en Lalín, sin salir de Pontevedra, el escenario es similar. En TodoMotor Conversion GLT, suscribem las palabras de sus compañeros de gremio. "La saturación en transportes debido al alto número de envíos y repartos nos afecta directamente, y tenemos que esperar más de lo habitual por piezas que normalmente podemos conseguir en un día", lamenta antes de apuntar directamente a un calendario que tampoco ayuda a agilizar las reparaciones, porque "en diciembre hay muchos festivos y al final todo suma".
"Si el volumen de trabajo no se reduce, y los tiempos se alargan, todo ello conlleva la acumulación de vehículos pendientes de reparación, lo que finalmente repercute en los plazos que debe esperar el cliente para recogerlo en el taller, es cierto que la llegada de las piezas no suele extenderse por más de cinco días, pero no todas las marcas funcionan del mismo modo", cuestiona sobre la cadena de distribución.
La quimera de las marcas asiáticas
En este sentido, tanto en Galician Service como en TodoMotor, coinciden en que las casas asiáticas son las más complicadas a la hora de recibir piezas y recambios. "Marcas como Toyota, Mazda, Mitsubishi o las chinas son las más difíciles de conseguir, y tardan más de lo habitual", declaran desde el taller lalinense, mientras que en A Estrada amplían la dificultades a "otro tipo de vehículo problemático: el antiguo o descatalogado". "Nos pasa mucho con los todoterrenos de caza, que suelen ser coches usados, con mucha edad y cuyas marcas y modelos ya no existen, por lo que encontrar recambios se vuelve casi misión imposible", describe.
Frente a todos ellos, las casas con plantas de producción en territorio nacional o autonómico mitigan bastante el problema. De este modo, en Vealsi Deza, de Lalín, no sufren estos contratiempos, al formar parte del circuito de talleres oficiales de Renault y contar con métodos de transporte propio, ajeno a la sobrecarga por estas fechas.
A este embudo, también hay que añadirle uno de los problemas perennes en el sector como es la falta de mano de obra en el sector. Ante esta carestía, los talleres intentan comnbatir las demoras con salarios competitivos, conciliación y en general, mejores condiciones laborales.