Mucho antes de que la sostenibilidad se convirtiera en un concepto global, los talleres ya practicaban sus principios de forma natural. Su actividad, centrada en la reparación y el mantenimiento de automóviles, motocicletas, camiones o maquinaria industrial, ha representado desde siempre un modelo de economía circular: aprovechar al máximo los recursos, reducir el desperdicio y prolongar la vida útil de los vehículos, garantizando al mismo tiempo la seguridad vial y la eficiencia energética.

Estos valores estaban presentes incluso antes de que las Naciones Unidas definieran "sostenibilidad" en 1987 o de que la UE incorporara la expresión "movilidad sostenible" en sus documentos oficiales en 1992. Décadas después, el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 consolidaron la sostenibilidad como eje de todas las políticas públicas, pero los talleres ya llevaban años aplicando estas prácticas en su día a día.

La mayoría de talleres son micropymes o nanopymes y no deben soportar las obligaciones de las grandes corporaciones"

De hecho, la sostenibilidad económica es condición indispensable: una empresa no rentable no puede ser sostenible. En este sentido, afrontamos el reto de conjugar el cumplimiento normativo con su viabilidad, adaptando su gestión a las nuevas exigencias sin asumir cargas desproporcionadas.

La mayoría de los talleres son micropymes o nanopymes. No deberían soportar las mismas obligaciones que las grandes corporaciones. La CE reconoció esta realidad a comienzos de 2025, reduciendo el alcance de la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad.

Con esta medida, alrededor del 80% de las empresas europeas queda fuera de la obligación de presentar informes detallados de sostenibilidad, centrando los requisitos en las compañías de mayor tamaño, con más capacidad de impacto social y ambiental. Esta decisión pretende evitar que las pequeñas empresas carguen con una burocracia excesiva, permitiéndoles enfocar sus esfuerzos en la actividad y cumplir con la normativa que realmente les corresponde.

Los talleres cumplen estrictamente con la legislación, pero la sostenibilidad va más allá del cumplimiento. Conocer y aplicar buenas prácticas ESG les ayudar a mejorar su eficiencia, imagen y reputación, siempre que no suponga un coste inasumible. 

Conocer y aplicar buenas prácticas ESG puede ayudar a los talleres a mejorar su eficiencia, imagen y reputación"

Para avanzar en esta materia, cuentan con el apoyo de las asociaciones territoriales y sectoriales que integran Conepa, que ofrecen asesoramiento técnico y formación específica. Ampliar los conocimientos del personal en materia de sostenibilidad, entender qué implica una gestión responsable y evitar el greenwashing —aparentar ser sostenible sin aplicar realmente medidas efectivas— son pasos clave para afrontar con éxito los retos del futuro.

En definitiva, los talleres han sido y siguen siendo actores fundamentales en la construcción de un modelo de movilidad sostenible, combinando tradición, eficiencia y compromiso social.