Los concesionarios españoles han mantenido sus índices de rentabilidad en negativo durante el segundo trimestre del año, con un porcentaje de caída del 0,28%, a pesar de la mejora de los datos durante el mes de junio. Según los datos de Snap-on Business Solutions, tras encadenar 25 trimestres consecutivos con rentabilidades positivas, desde 2014; ya los resultados entre enero y marzo presentaron una vuelta a los números rojos, con un descenso del 0,56%.

La facturación de los concesionarios entre abril y junio disminuyó el 39,1% en comparación con los mismos meses del 2019. En cuanto a la rentabilidad en el área de ventas, la caída fue del 40,2%, mientras que en posventa fue del 30,9%. A pesar de ser superior en lo relativo a las ventas, estas siguen siendo la actividad que más peso aporta los ingresos. El 83% de la facturación depende de las ventas, con una contribución del 48%; en el caso del taller, este representa el 6% de la facturación y contribuye al resultado del 15%; y finalmente, el área de recambios supone el 11% de la facturación y aporta el 37% de la misma.

"Estos datos confirman que la recuperación ya se ha iniciado. Tras unos meses de abril y mayo ciertamente malos, la actividad en el mes de junio ha sido mejor de lo previsto en todas las áreas de negocio, lo cual ha servido para aportar confianza a unas redes de distribución muy golpeadas por el confinamiento", ha señalado Pedro Jiménez, director general en España, Portugal y Latinoamérica de Snap-on Business Solutions.

Los datos reflejan que en los meses venideros será "fundamental" gestionar la estructura para mantener los gastos en niveles bajos, de forma que pueda lograrse un número positivo al final del ejercicio. "El tercer trimestre nos dará más claves para saber cómo se cerrará este atípico ejercicio", ha concluido.