"La automoción está entrando en una nueva era... Y no todos llegarán a tiempo". Es la reflexión de Manuel Palma Marín, presidente del Grupo Palma, concesionario oficial en Valencia y Provincia de las marcas Opel, Ford y Chevrolet con cuatro concesionarios, que considera que "muchos concesionarios de marcas europeas están en la UCI ante un mercado que se derrumba".
Y es que, en su opinión, "el sector de la automoción en España atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente". "La irrupción masiva de marcas chinas, coreanas, japonesas, indias y americanas en un mercado que no crece -y que lleva años estancado- está llevando a muchos concesionarios tradicionales directamente a la UCI, especialmente los que representan marcas europeas, que ven cómo su facturación se desploma mientras siguen obligados a mantener instalaciones enormes y un equipo humano que, de repente, se ha vuelto imposible de sostener", argumenta en su perfil de la red social LinkedIn.
Palma apunta a un ejemplo reciente en la capital del Turia como aviso a navegantes: "El caso más reciente lo tenemos en Valencia, donde un concesionario con varias marcas de Stellantis y diferentes instalaciones repartidas por toda la ciudad acaba de presentar concurso de acreedores, y lo preocupante es que esto no es un episodio aislado: es sólo el comienzo de una tendencia que amenaza con extenderse por toda España", avisa.
Porque "los tiempos no son buenos para los concesionarios". "Y sobrevivirán aquellos grandes grupos con múltiples marcas, estructura nacional y capacidad de dar servicio en cualquier punto del país", vaticina, mientras sentencia que "hoy la venta a particulares ya no es el motor del sector". "El verdadero volumen está en las grandes empresas, en el renting, en las flotas, en el alquiler y el leasing, y estas compañías sólo negocian con grupos potentes capaces de ofrecer un servicio integral en todo el territorio", comenta.
"En los próximos años veremos desaparecer a muchos fabricantes de automóviles en España que, o bien desparecerán, o no les interesará permanecer en un país con poca cuota de mercado, y con ellos caerán centenares de concesionarios. El vehículo eléctrico, lejos de ser la solución inmediata, será la puntilla que acelerará este cambio profundo e irreversible", lamenta Palma a modo de conclusión.