A medida que los fabricantes de automóviles aceleran sus planes de electrificación, los centros de servicio de los concesionarios y sus profesionales estudian cómo prepararse para cuando el vehículo eléctrico sea el coche mayoritario que llega al taller.

Según Faconauto, en Estados Unidos muchos técnicos ven la movilidad eléctrica con preocupación, ya que tendrá implicaciones de gran alcance para muchos talleres. El principal motivo de esta inquietud es que los vehículos eléctricos requieren menos mantenimiento porque tienen menos piezas.

Capacitación específica para manejar un vehículo eléctrico

Además está el problema de las habilidades de los actuales profesionales de la posventa. Al respecto indican que en la reparación de un coche eléctrico estos trabajadores han de estar capacitados para manejar, por ejemplo, cables de alta tensión, que podrían matar si no se manipulan adecuadamente.

Por ello, cada vez son más las escuelas de automoción norteamericanas que incluyen programas y planes de estudio sobre el vehículo eléctrico. Y no solo las escuelas trabajan este campo, sino también las propias marcas del país. General Motors, por ejemplo, ha incluido en su programa formativo contenidos sobre coches eléctricos, lo mismo que Stellantis NV.

Especialización y rentabilidad

En este contexto, recalca Faconauto que los concesionarios de todo el mundo intentan adaptarse a esta histórica transición invirtiendo grandes cantidades de dinero en equipos, puntos de recarga y capacitación de sus técnicos. Por ejemplo, el concesionario LaFontaine Automotive Group, en Michigan, ha apostado por la formación de sus empleados.

Otros concesionarios, en cambio, están apostando por la especialización en este campo. Es el caso de Leo & Sons Auto Repair (Massachusetts), que desde hace más de 10 años se han especializado en el mantenimiento de vehículos híbridos y eléctricos. En la actualidad, esa parte del negocio representa alrededor del 50% de los ingresos, y la mayor parte procede del trabajo con híbridos.