La mezcla de propano y butano destinado a la automoción (AutoGas) es el combustible alternativo más utilizado, ya que hasta 25 millones de vehículos lo utilizan en todo el mundo (15 millones de ellos están en Europa), según explican desde Faconauto.

Este tipo de automóviles son vehículos convencionales con un motor de gasolina. La única diferencia es que posee dos depósitos, uno de gasolina y otro de AutoGas, lo que les permite utilizar de forma uno u otro. No obstante, el arranque se realiza siempre con gasolina y cambia automáticamente a AutoGas en los primeros minutos de funcionamiento. Esto permite que la autonomía del vehículo llegue hasta los 1.200 km.

Por otro lado, la DGT reconoce estos vehículo con la etiqueta ECO debido a sus bajas emisiones (15% menos de CO2, 68% menos de emisiones NOx y nulas partículas). Por este motivo, se les permite circular sin limitaciones por el centro de las ciudades en momentos de restricciones al tráfico por contaminación y por zonas de bajas emisiones.

Asimismo, poseen otras ventajas, como el precio de adquisición, el ahorro en el empleo del carburante y una reducción de hasta el 75% en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) y de hasta el 50 % en las zonas de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), según la normativa municipal.

En 2018, se matricularon más de 19.500 vehículos de este tipo en España, lo que supone un incremento del 450% respecto al 2017. Estas ventas, al finalizar el pasado ejercicio, representan casi el 18% de las matriculaciones de vehículos con etiqueta CERO o ECO, cuatro veces más que de las matriculaciones de vehículos a GNC y 2,5 más que los eléctricos. Así, en nuestro país circulan más de 73.000 vehículos propulsados por AutoGas (tres veces más que el de los eléctrico y 6 veces más que el de los de GNC).