Chapa y pintura | No sólo autoportantes: distingue entre los distintos tipos de carrocería

Algunas carrocerías, como la misma autoportante, facilitan mucho la reparación.

Mecánicos revisando la carrocería
Mecánicos revisando la carrocería

Cuando un coche llega a nuestro taller, habitualmente el usuario no le presta demasiada atención al tipo de carrocería. Sí distinguen claramente entre coches de dos, tres, cuatro y cinco puertas; monovolúmenes, de dos o de tres volúmenes, e incluso se lanzan a definir un descapotable como spider y un familiar como station wagon. Pero según recuerda Certified First en su blog, también es interesante diferenciar entre los diferentes tipos de carrocería, aunque hoy en día la mayoría sean del tipo autoportante. Son estos:

  • Carrocería autoportante. Se construye a partir de varias piezas que se sueldan para unirlas. Actualmente es el elegido en la mayoría de vehículos de serie, ya que es muy versátil a la hora de hacer reparaciones. Este sistema permite que cuando una parte está muy afectada podamos sustituirla sin necesidad de cambiar toda la carrocería. Además, es la más segura.

  • Carrocería monocasco. La carrocería se fabrica en una única pieza, aunque cuenta con partes desmontables, como el capó, las puertas o el paragolpes.

  • Chasis con carrocería independiente. El chasis soporta los componentes mecánicos, e incluso podría circular sin carrocería. En cuanto a la carrocería, es totalmente independiente y está atornillada al chasis. Las furgonetas, los camiones, los autobuses o los todoterrenos son algunos vehículos construidos de esta forma.

  • Plataforma con carrocería separada. En esta modalidad, el chasis forma una especie de plataforma mediante la soldadura de los distintos elementos. Esta plataforma sostiene tanto el piso del vehículo como los componentes mecánicos, mientras que la carrocería va atornillada. Un ejemplo muy conocido de este tipo de carrocería es el mítico Citröen 2 CV.

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