El accidente ocurrido el pasado 1 de marzo en Florida (Estados Unidos) con un Tesla Model 3, que le costó la vida al conductor, ocurrió mientras el vehículo tenía conectado el sistema Autopilot de conducción autónoma, según ha informado el Consejo Nacional para la Seguridad en el Transporte (NTSB)

El informe revela que el conductor circulaba a una velocidad de unos 110 kilómetros por hora en una zona limitada a 50. El fallecido activó el sistema Autopilot diez segundos antes del impacto contra un camión. El sistema autónomo no detectó las manos del conductor en el volante en los últimos ocho segundos, por lo que no realizó maniobras evasivas para evitar el impacto.

Desde Tesla han emitido un comunicado, del que se ha hecho eco ABC, en el que señalan que, si el Autopilot se utiliza de forma correcta, con conductores atentos y preparados para tomar el control en todo momento, el sistema reduce la siniestralidad al volante. “Los conductores de Tesla han registrado más de mil millones de kilómetros con el Autopilot activado”, señalan.

Desde 2016, cuando se produjo otro accidente en Florida con un Tesla Model S, la compañía mejoró los sensores para la detección de objetos. En varios casos, la causa de los accidentes ha estado más relacionada con actitudes imprudentes al volante que con fallos de los sistemas de Tesla.

El accidente del pasado marzo es el cuarto mortal que se produce con vehículos Tesla (tres en Estados Unidos y uno en China).