El volante del vehículo es una de las partes más esenciales en la conducción. Las manos se encuentran en constante contacto con este elemento, además es una de las partes más visibles del interior del coche. El material del volante puede deteriorarse o desgastarse por su constante exposición al sol, el color, el frío... y su mal estado puede causar molestias e incomodidad en la conducción. En este sentido, son muchos los talleres de reparación que reciben a clientes interesados en tapizar el volante para que vuelva a lucir como nuevo.

Este servicio suele tener un precio elevado, desde el blog de Mapfre se apunta a un coste entre los 80 y 200 euros en función de su material. Los acabados del volante pueden ser de cuera, tela, alcántara, entre otros. Los expertos recomiendan al cuero como el mejor recubrimiento gracias a su resistencia.

Los pasos a a seguir para realizar sustituir la tapicería de un volante son:

• Limpiar la superficie con un líquido desengrasante para eliminar toda la suciedad.
• Aplicar una capa de cuero líquido.
• Esperar a que finalice el secado siguiendo las recomendaciones del fabricante.
• Agregar sellante para cuero para protegerlo.
• Aplicar cera abrillantadora especial para este material.

Además de tapizar el volante con cuero, hay conductores que optan por hacerlo con fundas protectoras, las cuales resultan más económicas y sencillas de colocar, aunque el resultado final no es tan estético y cómodo como el que realizan los profesionales de la reparación. Esta sencilla opción requiere de una funda del tamaño del volante, una aguja grande e hilo resistente.