‘Las mentiras tienen las piernas muy cortas’, reza el dicho popular, y como tales, más pronto que tarde, se las acaba cogiendo. Así le ha ocurrido a un mecánico de Valencia que, tras obtener una baja médica temporal por una lumbalgia, fue sorprendido trabajando en un taller clandestino de la ciudad.

La empresa procedió a despedir al trabajador y el Juzgado de lo Social Número 17 de Valencia lo ha estimado como procedente, por lo que el individuo no tendrá derecho a indemnización.

Fue la propia empresa la que decidió contratar los servicios de una agencia privada de detectives para seguir al trabajador. Los investigadores comprobaron que cada tarde acudía para abrir el taller clandestino donde entraban constantemente vehículos, algunos empujados por el trabajador con “lumbalgia”.

Procedieron a poner una denuncia ante la Guardia Civil que levantó atestado y clausuró el negocio ilegal, aunque el trabajador aseguró que era una actividad que carecía de ánimo de lucro y que solo reparaba los vehículos de sus amigos, según explican desde el diario El Mundo.

Este tipo de actividades ilegales resultan muy perjudiciales para el sector y peligrosas para los usuarios. Rara vez, este tipo de instalaciones cuentan con los sistemas de seguridad adecuados, cumplen con las normativas ambientales V.O.C. o cuentan con los sistemas de reciclaje de residuos necesarios.