La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha valorado la denuncia interpuesta por el Gremio de Talleres de Barcelona sobre la normativa que genera barreras en el sector de la reparación para ejercer su actividad en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). A juicio de la la comisión, "la restricción a la circulación de vehículos más contaminantes por la zona de bajas emisiones definida por la Ordenanza está justificada por razones de protección de la salud pública y el medio ambiente. Sin embargo, cabría valorar la adopción de medidas que faciliten la actividad de los talleres en el caso de que deban efectuar pruebas de conducción para el diagnóstico o la comprobación de la reparación de los vehículos más contaminantes".
La CNMC agrega además que dichas medidas "deberían ser objeto de la oportuna valoración por la autoridad competente, estarían destinadas a facilitar el ejercicio de la actividad en ese caso concreto, favoreciendo la relación comercial de los talleres y los clientes".
El Gremi ha solicitado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia un resumen del informe realizado respecto a su denuncia, formulada el pasado 29 de enero. El Gremio de Talleres de Barcelona se revela frente a la ordenanza del Ayuntamiento de Barcelona para limitar la circulación de determinados vehículos contaminantes por la zona de 95 kilómetros cuadrados que engloba la ZBE, y en la que se incluyen 856 talleres asociados.
La asociación reclama que esta ordenanza tendría efectos negativos en el sector de la posventa en la ciudad de Barcelona porque:
- Se desincentiva al usuario para que realice un mantenimiento responsable del vehículo.
- Se fomenta la sustitución del vehículo acortando artificialmente su vida útil.
- Se altera negativa y desproporcionadamente la organización del trabajo para el taller y se merma la relación comercial con el cliente.
