Al contrario de lo que ha sucedido en otros aspectos del negocio de la reparación de vehículos, la pandemia del coronavirus y su crisis no han tenido un impacto relevante en los costes laborales del sector. Según asegura la plataforma para gestión del taller Armin en El blog del taller eficiente, estos costes laborales apenas han variado en el último año.
Así lo refleja, al menos, la estadística del INE, que desvela que el coste total por trabajador y mes en el que incurre un empleador del ‘Comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos de motor y motocicletas’ por la utilización del factor trabajo creció el 0,8% en el primer trimestre de 2021 en comparación con el mismo periodo de 2020. En concreto, el coste laboral total se situó 2.296,02 euros frente a los 2.277,39 euros de un año antes.
Además, de ese coste laboral total por trabajador y mes en el que incurrió un empleador del sector de venta y reparación de vehículos en el primer trimestre del año, 1.678,13 euros correspondieron a salarios (frente a los 1.678,07 € de un año antes) y 617,89 euros a otros costes (cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, indemnizaciones, prestaciones sociales...). En el primer trimestre de 2020 esa cifra se situó en 599,32 euros, lo que supone un aumento anual del 3,1%.
Coste por hora trabajada
Por otra parte, el coste salarial por hora trabajada en el sector se situó en 12,66 euros (un +0,6% frente a 2020), mientras que otros costes laborales por hora trabajada crecieron algo más: un 3,8% al alcanzar los 4,67 euros.
Si contextualizamos estas cifras en el conjunto de la economía, el coste laboral por trabajador y mes alcanzó los 2.605,61 euros en el primer trimestre de 2021, lo que implica un aumento del 1,4% respecto al mismo periodo de 2020. De ese coste total, 1.907,82 euros correspondieron a salarios y 697,79 euros al resto de costes laborales.
Así, el coste salarial (que comprende salario base, complementos salariales, pagos por horas extraordinarias, pagos extraordinarios y pagos atrasados), medido en términos brutos, creció el 1% en tasa anual (pasando de 1.889,78 euros a los ya mencionados 1.907,82 por trabajador y mes). Mientras, los otros costes (no salariales) aumentaron el 2,5%. Su principal componente, las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, crecieron el 1,6%.
En la variación de las percepciones no salariales destaca el aumento de las indemnizaciones por despido y la disminución de las prestaciones sociales directas y de las otras percepciones no salariales (indemnizaciones por fin de contrato, pagos compensatorios, pequeño utillaje, ropa de trabajo, selección de personal, etcétera).
