Quién tiene un mecánico, tiene un tesoro. Cada vez más. Por eso, no es de extrañar que la mismísima Iberia esté tratando de reciclar a mecánicos de automóviles para reparar sus aviones o que hayan aparecido en los últimos días numerosas ofertas en el SEPE, con destino a Noruega, donde tratan de embarcar a mecánicos españoles ofreciendo hasta ayudas para la vivienda y el viaje al país escandinavo. Sin duda, más problemas para la posventa de automoción, que ve como se hace aún más feroz la competencia ese maná que es la mano de obra joven y con formación.
Concretamente, a través del Eures (Red Europea de Servicios de Empleo) y en colaboración con el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal de España), Noruega está buscando empleados para formar y ofrecerles puestos de empleo estables en este 2025. La mayoría de las ofertas de trabajo vigentes actualmente están disponibles hasta septiembre y octubre.
La mayoría de la demanda es para el sector del motor, ya que, además de los mecánicos, también buscan chapistas, pintores, carroceros -una decena de puestos de trabajo entre estos dos últimos- y mecánicos de vehículo industrial -dos huecos para cubrir- y hasta conductores de autobus. Las ofertas suelen tener buenos sueldos, algunas de ellas hablan de 25 euros por hora brutos o de 2.500 euros mensuales, dependiendo de los puestos. Además, en algunos casos existen ayudas para vivienda y para transporte desde España a Noruega.
En cuanto al destino, un buen puñado de los contratos se ubican en Oslo, si bien, algunos como en el caso de los especialistas en chapa y pintura se habla también de otras ciudades como Bergen, Trondheim, Bodø, Tromsø, Sandvika, Kolbotn, Lillestrom, Sarpsborg, Drammen, Kristiansand y Stavanger. En cuanto a los idiomas, se requiere el inglés, ya que será el empleado durante las jornadas de trabajo, pese a ser bien valorado el conocimiento de alguna lengua escandinava.
Y es que la escasez de mecánicos no se circunscribe únicamente a la automoción. La epidemia hace tiempo que contagió también a las compañías aéreas. Según The Objective, Iberia ha sido la última en hacer palpable los síntomas. La compañía aérea española se está quedando sin mecánicos que atiendan sus aviones y las otras aeronaves que utilizan sus instalaciones. Ante un problema tan preocupante, han optado por "canibalizar" su búsqueda: reconvertir a mecánicos de coches en mecánicos de aviones.
Un socavón de 34.000 mecánicos a nivel global
Según datos de la consultora Oliver Wyman, en 2025 el déficit global de técnicos MRO (Mantenimiento, Reparación y Revisión) alcanzará los 34.000 profesionales, una cifra que se duplicará en la próxima década si no se toman medidas estructurales. España no es ajena a este fenómeno. El envejecimiento de las plantillas, la escasa visibilidad del sector en los canales de formación profesional y la alta especialización requerida limitan la capacidad de respuesta ante el aumento de flota y operaciones.
Por cuestiones de seguridad, la aeronáutica civil es una de las actividades más reguladas del planeta: los aviones no pueden volar si no pasan sus revisiones programadas, equiparables a las de un coche, pero mucho más exhaustivas y basadas en las horas de vuelo. Si el avión no tiene los certificados correspondientes, no puede despegar. Cuando un vuelo se retrasa, lo peor es que los aparatos llegan tarde a sus revisiones, y hay que pagar horas extras de mecánicos o los aviones no pasan estos exámenes, y con ello tampoco reciben sus certificados de aeronavegabilidad. No pueden volar, y puede darse el caso de tener que alquilar otros aparatos para mantener el servicio.
Ante situaciones como esta, Iberia Mantenimiento —filial del grupo IAG— ha decidido adelantarse a un escenario de alta demanda y pocas manos mediante la citada reconversión de profesionales del sector de la automoción en técnicos de mantenimiento de motores aeronáuticos. Este programa, pionero en España, combina formación técnica especializada y un contrato indefinido desde el inicio del curso.
Cinco meses con 500 horas teórico-prácticas y sueldo
Se trata de un ciclo teórico-práctico de 500 horas, de unos cinco meses de duración, impartido en el Taller de Motores de Iberia en La Muñoza (Madrid), uno de los centros de referencia de Europa para la revisión de turbinas aeronáuticas. Durante el curso, los alumnos estarán contratados y remunerados, lo que convierte la iniciativa en una de las ofertas formativas más atractivas del país: se empieza a cobrar desde que se traspasa la puerta.
Esta formación se orienta a titulados en Formación Profesional de grado medio o superior en especialidades como automoción, electromecánica, material ferroviario o montaje de estructuras aeronáuticas. Además, se valoran conocimientos de documentación técnica y un nivel de inglés equivalente a B1, dado el entorno internacional en el que opera Iberia Mantenimiento. La inscripción se lleva a cabo a través del mismo portal de empleo de Iberia. El curso se desarrollará entre octubre de 2025 y febrero de 2026.
La retribución, una desventaja difícil de equiparar
En cuanto a la retribución, los salarios en el ámbito del mantenimiento aeronáutico superan ampliamente los de la automoción. En España, un técnico de mantenimiento de aeronaves puede percibir entre 30.000 y 45.000 euros anuales, en función de la experiencia, la especialidad y los turnos. Estas cifras se sitúan por encima del promedio salarial de técnicos en automoción, que suele estar en los 25.000 euros anuales. Además, la estabilidad laboral y la posibilidad de promoción dentro de grupos multinacionales como IAG refuerzan aún más el atractivo de esta transición.
Por tanto, el botín de "robar" mecánicos a la posventa es muy jugoso para Iberia. Y es que la ventaja de no partir de cero es evidente: se aprovecha la base técnica y mecánica ya consolidada por estos profesionales de la automoción para dotarles de las competencias específicas de este entorno
Además, no sólo garantiza una cantera de técnicos fidelizados y formados en sus propios procesos. También refuerza su posición como uno de los centros MRO de referencia en Europa, capaz de atraer talento, invertir en formación y asegurar la calidad del servicio en un momento clave para la aviación comercial.