Las llamadas a revisión de las compañías automovilísticas están a la orden del día. Cada vez que las firmas detectan algún posible fallo que puede afectar a la seguridad de los usuarios se ponen en contacto con sus clientes para que acudan al concesionario a comprobar el fallo encontrado.

En esta ocasión, Porsche también ha tenido que llamar a revisión, pero no a sus vehículos habituales, sino a unos de juguete elaborados con madera que se venden en Estados Unidos y Canadá, según publica El Mundo, y que son reproducciones de los 911 que se fabrican en Polonia.

Estos coches han tenido que ser devueltos a los concesionarios donde se comercializaron (1.700 en EE.UU. y 300 en Canadá), ya que las ruedas y los ejes podían desprenderse, con el consiguiente riesgo de asfixia si algún niño se los tragara.

Las autoridades de consumo de Estados Unidos han confirmado que no se ha producido hasta el momento ningún incidente y que la firma devolverá el importe íntegro de los juguetes a los afectados.