La inteligencia artificial es la base sobre la que el Grupo Hyundai ha desarrollado una tecnología que analiza los patrones de conducción que permiten tomar, en parte, el control del vehículo a través del control de crucero.

Este aprendizaje automático (Smart Cruise Control, SCC-ML) hace que el automóvil analice y aprenda los patrones de conducción del usuario con el fin de reproducirlos el coche cuando se activa el control de crucero inteligente.

Para ello, son necesarios sensores, una cámara frontal y un radar con los que se recopilan los datos que se envían al ordenador central, que es el que elabora los mencionados patrones, para lo cual se emplea un algoritmo de aprendizaje automático.

Los patrones de conducción son tres: la distancia con los vehículos precedentes, la velocidad de las aceleraciones y de respuesta. Además, el sistema también tiene en cuenta las condiciones de conducción y las diferentes velocidades, de manera que puede diferenciar más de 10.000 patrones.

Por otro lado, la firma destaca que este sistema está programado para evitar el aprendizaje de patrones de conducción inseguros.

El consorcio coreano ha asegurado que este nuevo sistema está previsto que se instale en sus vehículos próximamente.