Parón de la actividad económica, medidas extraordinarias de seguridad, menos kilómetros recorridos… La pandemia de la Covid-19 se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para los talleres de reparación de vehículos. Todas estas circunstancias, unidas a la inestabilidad económica que viene asociada a la posibilidad de futuros rebrotes, han puesto en jaque al negocio de la reparación.

Sin embargo, las propias circunstancias de esta situación han abierto algunas nuevas oportunidades a las que los talleres pueden sacar partido. Una de ellas es la desinfección de vehículos, una actividad ligada anteriormente a los servicios de lavado y que ahora se extiende también entre los establecimientos de reparación.

La posibilidad de ofrecer un nuevo servicio de valor añadido especialmente apreciado por los clientes del taller es una de las pocas ventajas que se pueden extraer de esta crisis sanitaria. Por eso, conviene conocer esta tendencia para poder aprovecharla en un momento en el que toda ayuda es poca.

UN RECLAMO INESPERADO

En una situación en la que las ventas de los talleres han caído de manera alarmante, resulta interesante la posibilidad de incrementar las ventas cruzadas a partir de la incorporación de nuevos servicios añadidos.

En este sentido, las redes de talleres se han dedicado desde el primer momento a promover servicios de desinfección de los vehículos, como un reclamo para los pocos clientes que podían utilizar su vehículo durante el confinamiento. De esta manera, les aportaban la seguridad de conducir su automóvil con mayor seguridad, especialmente ante la incertidumbre de haber podido introducir el virus durante las semanas anteriores.

Poco a poco, este servicio se fue extendiendo e incluso formando parte de los protocolos de intervención segura que han ido incorporando los talleres. Así, pasó a formar parte del portfolio de servicios que ofrecían al cliente junto a mantenimientos y reparaciones.

Al añadir la posibilidad de desinfectar el vehículo a la oferta a sus clientes, también aumentaban las posibilidades de incrementar el ticket medio. Una ventaja muy necesaria, especialmente cuando los talleres se vieron obligados a invertir en materiales de seguridad como mascarillas, geles hidroalcohólicos o guantes, junto a otras medidas complementarias.

VARIOS PROCESOS EN UNO

A la hora de desinfectar el vehículo, las redes de talleres han apostado por diferentes procesos. En el caso de Norauto, la enseña incluye la limpieza del circuito de climatización con un bactericida según la norma EN1276 y fungicida según la norma EN1650. Posteriormente, sus talleres emplean un virucida según la norma EN14476 para desinfectar el habitáculo, que posteriormente higienizan utilizando un tratamiento con generador de ozono.

Además, antes de intervenir el vehículo se retira el filtro del habitáculo, cuya sustitución se recomienda. Tal y como explica la enseña, el proceso de desinfección del habitáculo que lleva a cabo permite acceder a puntos escondidos del vehículo, por lo que aconseja someterlo a este tratamiento de manera regular. La frecuencia depende sobre todo del número de personas que realicen desplazamientos en su interior y de la frecuencia de uso.

RECIRCULACIÓN DEL AIRE

El uso de ozono en combinación con algún biocida es común en muchos talleres, aunque existen algunas alternativas. Este es el caso de los talleres de la red Midas, que emplean un tratamiento basado en oxígeno ionizado.

En concreto, la enseña utiliza un sistema denominado AirCare para desinfectar el habitáculo de los vehículos de sus clientes. Utiliza oxígeno ionizado y facilita la recirculación del aire por una máquina que se introduce en el interior del vehículo. De esta manera, el aire se somete a un campo eléctrico que permite la eliminación de bacterias y virus sin necesidad de emplear productos químicos, según explica Midas.

Midas destaca, además, que esta alternativa resulta inocua tanto para la salud como para el medio ambiente y no requiere la posterior ventilación del vehículo, por lo que el proceso se puede llevar a cabo en unos 20 minutos. En su caso, la comercialización del servicio se puede realizar en packs de tres desinfecciones, una modalidad que promueve la recurrencia en las visitas del cliente al taller.

REFORZAR LA CONFIANZA DEL CLIENTE

Al igual que ocurre con otros procesos como la validación de presupuestos o reparaciones, el vídeo puede convertirse en un aliado de los talleres a la hora de reforzar la confianza de sus clientes si se aplica al proceso de desinfección.

En este sentido, grabar el proceso de desinfección para mostrárselo al cliente le ofrecerá garantías de seguridad. Se trata de una manera sencilla y económica de certificar que el vehículo se entrega con todas las garantías de limpieza e higienización y que ha sido tratado en un entorno seguro.

Este servicio añadido, junto a otros como la recogida y entrega del vehículo a domicilio, abren nuevas oportunidades a los talleres en un momento de incertidumbre en el que será más importante que nunca cuidar la experiencia del cliente.

Precauciones con el ozono

El empleo de ozono en los procesos de desinfección del vehículo requiere guardar una serie de precauciones, tal y como ha advertido el Ministerio de Sanidad ante el aumento de ventas de equipos de generación de este gas:

- No se puede aplicar en presencia de personas.

- Los técnicos que lo apliquen deben contar con los equipos de protección adecuados.

- Al ser una sustancia química peligrosa, puede producir efectos adversos en vías respiratorias, así como irritación de piel y daño ocular.

- Se deberá ventilar convenientemente el lugar antes de su uso.

- Puede reaccionar con sustancias inflamables y producir reacciones químicas peligrosas al contacto con otros productos químicos.