Ni una, ni dos, ni tres, sino hasta cinco. Ese es el número de veces en el que los agentes han identificado un taller ilegal perteneciente al mismo dueño. En esa última ocasión, fueron los agentes del Seprona quienes descubrieron la instalación en el municipio de Parada de Rubiales, Salamanca, que operaba sin licencia de apertura y carecía de los permisos administrativos necesarios en materia industrial y medioambiental.

La gravedad de la situación se ve acentuada por el hecho de que el propietario del taller clandestino es reincidente en este tipo de prácticas. En los últimos años, se le ha clausurado otros cuatro talleres ilegales en distintas localidades de la provincia.

Estos talleres, al margen de la legalidad, representan un peligro tanto para el medio ambiente como para la seguridad de las personas y propiedades, al no cumplir con las normativas de salubridad y reciclaje de residuos.

Campaña del Seprona

El descubrimiento de este taller clandestino es el resultado de un operativo llevado a cabo por la Guardia Civil, dirigido a la inspección y control de talleres dedicados a la reparación de vehículos.

El objetivo de la operación es verificar el cumplimiento de la legislación medioambiental en materia de control de residuos, con el fin de detectar posibles actividades ilegales que puedan tener un impacto negativo en el medio ambiente, la seguridad vial y la competencia en el sector.