Schaeffler Automotive Aftermarket, presente estos días en Automechanika Frankfurt 2018, ha mostrado cómo la realidad aumentada y la digitalización transformarán los talleres. Asimismo, la firma ha explicado hasta qué punto detrás de las grandes marcas de automóviles se encuentran los fabricantes de equipos y componentes, los cuales tienen cada vez más peso en la producción y tecnología de un vehículo, según Sernauto.

La patronal española de los fabricantes de componentes apunta que cerca del 75% de las piezas de los automóviles las producen los fabricantes de equipos y componentes, aunque se prevé que este porcentaje siga creciendo gracias a las nuevas tecnologías.

Por ello, desde Schaeffler destacan que estos productores son los que más están trabajando e investigando en la reducción de emisiones, electrificación, conducción autónoma, vehículo conectado o digitalización, principales tendencias de esta industria.

Muestra de ello es el Glass Car, un vehículo demostración del stand de Schaeffler en la feria alemana, que incluía no solo los productos actuales, sino aquellos que están comenzado a llegar a las cadenas de montaje, además de sistemas y componentes que la compañía suministra para transmisión, motor y chasis, como los módulos y ejes eléctricos o los nuevos sistemas antibalanceo de la carrocería.

Por otro lado, Schaeffler destaca que ante las nuevas tecnologías de propulsión ha creado una unidad de negocio independiente denominada ‘movilidad eléctrica’, en la que se incluyen productos y soluciones para vehículos híbridos y eléctricos puros.

Además, actualmente la firma está investigando y trabajando en 25 proyectos de movilidad eléctrica, con sistemas que van desde la hibridación suave de 48 voltios hasta sistemas más complejos como los ejes eléctricos o los motores ubicados en el cubo de rueda que ya circulan en el prototipo Schaeffler Mover, subraya la compañía.

Por lo que respecta a la digitalización, Schaeffler trabaja en nuevos sistemas mecatrónicos capaces de monitorizar, compartir y controlar su propio funcionamiento, componentes que aprenden, comparten sus datos y corrigen su comportamiento, con lo que proporcionan información al conductor, el taller o el constructor, mejorando el rendimiento y reduciendo su impacto medioambiental.