Reparación | Conociendo a Gaspar Pedreño, el "Tallerista rebelde" con las aseguradoras

Gerente de TallerBox, ingeniero de telecomunicaciones y MBA, docente vocacional, apasionado del motor y cofundador de la cooperativa Siauto. Ese es su perfil a grandes rasgos, pero como los detalles también importan, Infotaller ha querido conocer su historia en profundidad, porque antes de ser 'Tallerista rebelde', Gaspar Pedreño fue también un gerente de taller con miedos y muchas dudas.

Gaspar Pedreño, gerente de TallerBox y 'Tallerista rebelde'
Gaspar Pedreño, gerente de TallerBox y 'Tallerista rebelde'

Gaspar Pedreño es el gerente de TallerBox. Afincado en Cartagena, tiene 40 años, está casado y tiene 2 hijos. Socio fundador de la cooperativa Siauto e ingeniero de telecomunicaciones y MBA, acaba de liarse la manta a la cabeza, lanzando un proyecto formativo bautizado como 'Tallerista rebelde'.

Un nombre tal vez polémico, pero en definitiva un reclamo para un proyecto que busca en última instancia la divulgación de su conocimiento y experiencia entre sus compañeros del sector.

En esta tarea a Gaspar Pedreño le respaldan diez años trabajados en el sector, al frente de un establecimiento de reparación, pero no únicamente: también sus andaduras como investigador y docente en instituciones educativas. Y por qué no decirlo, también sus vivencias como apasionado del motor.

Apasionado

Su historia empieza con una palabra muy poderosa: pasión. "De pequeño ya me apasionaban los coches. Si hubiera podido elegir hubiera sido piloto, pero no pudo ser", asegura entre risas. "Desde que tuve carnet siempre intentaba comprar coches deportivos que cubriesen mis expectativas y los cambiaba a menudo", concluye.

Afirma que siempre fue "alguien muy responsable": "Cuando terminé el instituto decidí estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones en Cartagena, estudios muy novedosos que llevaban tan solo un año implantados y parecían tener salida. Después inicié el doctorado mientras trabajaba como investigador en la universidad".

Mientras tanto, su pasión se hacía más latente y se convertía en algo más, en un estilo de vida: "corría en circuito con mis amigos, generalmente en Guadix y Cartagena y siempre con coches de calle. Estábamos muy metidos en esa cultura y entablábamos relaciones a través de los foros. Hacíamos quedadas, rutas de carretera, cursos de conducción, trackdays...". 

La historia del 'Tallerista rebelde' empieza con una palabra muy poderosa: pasión. "De pequeño ya me apasionaban los coches. Si hubiera podido elegir hubiera sido piloto, pero no pudo ser", asegura entre risas.

Académico

Paralelamente también se hacía cada vez más latente su pasión por la educación, la investigación y la docencia. Abandonó el doctorado y la universidad para preparar unas oposiciones a profesor de Formación Profesional y acabó en La Rioja. Lo hizo acompañado de su mujer, para trabajar de interino en un instituto de Calahorra.

Trabajó allí durante dos años y en el segundo empezó a rondar en su cabeza el germen de lo que hoy sería TallerBox: "Tenía la idea de montar un taller y todo el apoyo económico de mi familia, que podía ayudarme. Busqué local y comprendí que tenía que renunciar a la vida de profesor". Así hizo y se volcó en el taller.

La tierra "tira"

La Rioja estaba lejos de Cartagena pero él cada vez estaba más cerca, literalmente: "Me venía a mí tierra de jueves a domingo para montar el taller". Una decisión condicionada fundamentalmente por dos motivos, siendo el primero el apego ("la tierra tira", aseguraba), y el segundo la familia: su suegro era pintor de automóviles y se había quedado en paro.

A principios de 2012 empezaron con los trámites y concibieron un negocio algo diferente: Gaspar Pedreño montaría un taller pero también reservaría un espacio para la moda del DIY (hágalo usted mismo), que estaba en auge por aquel entonces: "Tú llegabas, alquilabas el espacio y hacías las reparaciones con tus recambios".

Finalmente, en septiembre de 2012 TallerBox inicio su actividad compaginando el negocio de alquiler de elevadores con el de taller tradicional. Y de ahí viene, precisamente, el nombre del negocio que abriría sus puertas en 2012: "Se llama TallerBox por eso, porque tiene boxes para alquilar". O al menos, los tuvo, porque aquella idea fracasó estrepitosamente.

En septiembre de 2012 TallerBox inicio su actividad compaginando el negocio de alquiler de elevadores con el de taller tradicional. Y de ahí viene, precisamente, el nombre del negocio que abriría sus puertas en 2012.

Los inicios fueron duros

Gaspar Pedreño empezó fuerte: con una plantilla de cinco personas a su cargo entre mecánicos, chapista y personal de oficina.

Inició su andadura de forma agridulce: "Hoy considero que el autoservicio fue un fracaso económico, porque poco antes de abrir cerraron muchos negocios así y creo que fue algo que no supe interpretar. Sin embargo, fue positivo porque hizo mucho ruido cuando abrimos, fue una buena estrategia de marketing involuntaria".

El taller también "tira"

En dos años vista el taller ya funcionaba expresamente como taller y la plantilla fue creciendo.

"Desde el momento en el que monté el taller jamás salí de aquí porque me di cuenta de que llevar el negocio era una tarea muy exigente. Pude terminar el doctorado en 2016 pero durante varios años me autoengañé pensando que algún día volvería a la docencia en La Rioja, pero nada más lejos de la realidad: he acabado convirtiéndome en el 'Tallerista rebelde', volcándome de lleno", cuenta con voz sonriente. 

"Desde el momento en el que monté el taller jamás salí de aquí porque me di cuenta de que llevar el negocio era una tarea muy exigente"

Su llegada a Siauto 

Antes de ser el 'Tallerista rebelde', Gaspar Pedreño fue también un gerente de taller con miedos y muchas dudas.

Por otra parte, como empresario del sector en 2016 experimentó un suceso que le llevaría a formar parte -y cofundar- Siauto: "En 2016 ya tengo el primer encontronazo fuerte con una compañía a partir de un desacuerdo en una reparación. Nuestro chapista nos decía que la puerta estaba para cambiar y el perito insistió en que no se podía sustituir, que se tenía que reparar. Tras consultar con el cliente decidimos sustituir la puerta y como consecuencia esa compañía nos retiró el compromiso de pago".

Fue una situación completamente extraordinaria: "Esa situación no se me había dado nunca. Aprendo a gestionarlo y me informo sobre qué alternativas tengo y cómo se puede hacer. Entonces me planteo que nada tiene sentido, si es el taller el que repara es el que debería fijar los precios, no la compañía. Cuando vamos al supermercado a comprar pagamos lo que marca la etiqueta, no se nos ocurre hacerle una oferta a la cajera, ¿verdad?".

"Entonces me planteo que nada tiene sentido, si es el taller el que repara es el que debería fijar los precios, no la compañía. Cuando vamos al supermercado a comprar pagamos lo que marca la etiqueta, no se nos ocurre hacerle una oferta a la cajera, ¿verdad?"

Y en este contexto y con esos pensamientos rondándole, ya en 2017, se cruza con José Ramón Devasa (líder de la empresa de servicios) y Fran Vales (presidente de la cooperativa), quienes estaban recorriendo España por aquel entonces. Confiesa que Fran fue el espejo en el que se miró: “si él ha podido, yo también”.

Un "clic" temprano

Asegura que su "clic" fue muy temprano, algo que Gaspar Pedreño achaca a su ajenidad al sector: "Creo que la situación me escocía porque venía de fuera y no estaba acostumbrado a las dinámicas ni leyes establecidas del sector. Pronto entendí que no tenía sentido tener diez precios de mano de obra diferentes en el mismo establecimiento y tampoco estaba de acuerdo con esa dinámica en la que las aseguradoras tienen el poder absoluto y hacen y deshacen como consideran".

"Te rebelas, pataleas, te mueves y encuentras alternativas, como Siauto", explica. "Fran Vales fue el que lo inició, éramos 18 personas pero podíamos ser 6.000. Y es que el sector peca de conformismo, eso es lo que nos ha llevado a la situación que tenemos ahora".

"Pronto entendí que no tenía sentido tener diez precios de mano de obra diferentes en el mismo establecimiento y tampoco estaba de acuerdo con esa dinámica en la que las aseguradoras tienen el poder absoluto y hacen y deshacen como consideran"

Jon Ureta, el perito que le inspiró 

Irónico resulta que fuese la figura de un perito precisamente la que le inspirase para dedicarse de nuevo a la docencia. Y es que asegura que una de las mejores cosas de Siauto es la formación, y eso incluye la de Vasic, impartida por Jon Ureta... Una formación con la que tenía sentimientos encontrados: "Corrían finales de 2020 y me enteré de sus cursos. Estaba escéptico. ¿Qué me va a enseñar a mí un perito?, me pasaba por la cabeza".

Necesitaba una cura de humildad, según el propio 'Tallerista rebelde' asegura: "Cuando escuché a Jon la primera media hora ya sabía que haría los tres cursos con él. Fue tan magistral que decidí hacer los tres niveles que tiene y no solo, también decidí que yo quería hacer eso mismo, porque me encanta la docencia y deseaba ponerme delante de diez talleres, o de cien, para contar cómo he pasado de tener unos resultados desastrosos a vivir mucho más tranquilo. Ahí surge la semilla del "Tallerista Rebelde".

Irónico resulta que fuese la figura de un perito precisamente la que le inspirase para dedicarse de nuevo a la docencia.

Un proyecto que ya está en marcha

“Sube tu precio hora de una p… vez” fue la primera formación del 'Tallerista Rebelde'. Está estuvo orientada a talleres que buscan subir el precio de su mano de obra con las aseguradoras y mejorar sus resultados empresariales, tal y como reflejaba Infotaller en esta noticia.

La siguiente será el próximo 23 de febrero y versará sobre las características que tiene que tener un software de gestión de taller, estando las inscripciones disponibles aquí. Como el anterior y aunque la idea es monetizar el proyecto en algún momento, será gratuito. Solo el futuro dirá qué le depara a este 'Tallerista rebelde'.

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