El nuevo gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha anunciado sus nuevos planes para Madrid Central, entre los que se prevén medidas anticontaminación enfocadas a la renovación de autobuses de la EMT antiguos, modernización de taxis contaminantes, instalación de puntos de recarga para coches eléctricos, apertura de aparcamientos disuasorios o ayudas para eliminar calderas carbón y gasóleo.

Con este plan, que se espera que se ponga en marcha en tres meses, el gobierno liderado por José Luis Martínez-Almeida pretende elevar el modelo más allá del centro de la ciudad, según publica Abc.

Entre los argumentos presentados por el concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, para la modificación de Madrid Central, el edil ha destacado que este área “solo afecta al 5% del territorio y al 1,5% del tráfico; en el mejor de los casos, serviría para eliminar el 6% de las emisiones».

Todo ello, de acuerdo con un informe elaborado por la Universidad Politécnica de Madrid. Sin embargo, la antigua concejala en el cargo, Inés Sabanés, señaló que tales datos son anteriores a la implementación de las restricciones.

Respecto a la moratoria (suspendida actualmente por un juez), Carabante ha indicado que la medida se adoptó a través del artículo 247 de la ordenanza de Movilidad, en el que se concreta que “antes de la implantación definitiva o la modificación substancial de dispositivos automatizados que permitan la identificación de las matrículas de los vehículos o de detección de infracciones de tráfico, se realizará un período de aviso a sus titulares de los mismos durante al menos dos meses”.

Asimismo, el gobierno popular revisará el actual protocolo anticontaminación, con mejoras en el sistema de avisos, aunque mantendrá las etiquetas B, C, ECO y Cero emisiones como sistema de acceso en casos de alta polución.

Por otro lado, Carabante añadió que es necesario mejorar la información para lograr un modelo más eficaz, ya que existen 15 excepciones a la norma y los ciudadanos no saben si pueden o no entrar al centro.