La Dirección General de Consumo del Ministerio de Consumo ha alertado a los propietarios de los modelos Honda Civic, CR-V, HR-V y NSX, de los años 2017, 2018 y 2019, del posible riesgo de accidente ante un problema en la bomba de combustible.

Los vehículos podrían haber sido equipados con una bomba de combustible fabricada con impulsores de baja densidad. Al exponerse estos al secado con disolvente durante su fabricación, habrían podido sufrir grietas en su superficie. El organismo advierte que estas grietas estarían absorbiendo combustible, lo que produce una deformación del impulsor, que podría interferir con el cuerpo de la bomba de combustible y dejar de funcionar. Estos defectos podrían ocasionar que el vehículo no arranque o incluso se detenga durante la conducción, suponiendo un grave riesgo para sus propietarios.

La incidencia ha sido incluida, con fecha del 18 de junio de 2020, en la red de alertas del organismo dependiente del Ministerio de Consumo. Por su parte, Honda Motor Europe está contactando con los dueños de los automóviles afectados para reemplazar el módulo de la bomba de combustible.