La asociación burgalesa Adeabur ha contactado con la Oficina Territorial de Industria de la Junta de Castilla y León y la Cámara de Comercio con el fin de cruzar sus datos con los que poseen los estamentos oficiales y elaborar un censo actualizado para controlar los negocios que ejercen legalmente en el sector.

Además, la iniciativa busca confirmar los datos de los establecimiento y añadir jubilaciones, traspasos, traslados o ampliaciones que se han regularizado, explica el secretario general de Adeabur, Gabriel Martínez, en El Correo de Burgos.

“No ha habido rigor en la actualización del censo y queremos ponerlo en orden. Al tener datos por tres vías distintas, sabremos los que están y luego iremos revisando uno por uno los negocios que presentan dudas”, explican desde la patronal.

Con ello, la entidad pretende estrechar el cerco a los centros ilegales o que no cumplen con la normativa vigente. “Hay algunos reincidentes, hay quien acumula tres o cuatro expedientes pero ninguna multa y vuelve a abrir”, denuncia Martínez.

Ante esto, la organización solicita que se sea igual de exigente con la aplicación de expedientes que inician los cuerpos de seguridad sobre estos negocios ilegales que con la apertura de nuevos establecimientos.

De momento, Adeabur ha localizado ocho talleres que “presentan signos de ilegalidad o hay reservas en un desarrollo correcto de la actividad” que están bajo investigación.

La asociación también subraya el hecho de que hay ubicaciones bajo edificios de viviendas, junto a otros talleres que sí cumplen las normas de seguridad y “son un verdadero peligro”.

Por otro lado, los empresarios recuerdan a los usuarios que cuando lleven su coche al taller, el local debe tener una placa distintiva de industria donde acredita su especialidad, lo cual garantiza que se cumple con las medidas de seguridad industrial, medioambiental, de formación del personal y que será transparente fiscalmente y a afectos de presupuesto de reparación, calidad y emisión de factura. Además, los talleres legales tienen una garantía del arreglo de tres meses y 2.000 kilómetros.