El motor de arranque es un motor de corriente continua que hace girar el cigüeñal del motor y le proporciona la velocidad de giro adecuada, gracias a la cual el motor puede comenzar a funcionar por sí mismo. Normalmente se emplean motores de arranque eléctricos que, en cortos periodos durante la puesta en marcha del motor, consumen más energía eléctrica de la batería.

Para convertir el movimiento lineal del pistón y la biela en un movimiento circular sirve el cigüeñal. Está formado por muñones (principales y muñequillas) desplazados con respecto a su eje, los brazos del eje con contrapesos, el disco del volante de inercia y el brazo de manivela, que une los muñones. Principalmente se fabrican de acero no aleado de alta calidad. Para garantizar la dureza adecuada se emplea el temple superficial o la carburación (para los ejes de aceros aleados). En la mayoría de los motores, los cigüeñales tienen un cojinete por cada cilindro.

Causas de avería en motores de arranque

Tanto el motor de arranque como el cigüeñal son elementos cuyo correcto funcionamiento puede verse alterado por diferentes causas:

1. En caso de ausencia de sonido del funcionamiento del motor de arranque y ausencia de señales organolépticas (auditivas/visuales) del funcionamiento del conector electromagnético (automático), las causas pueden ser las siguientes:

• Una avería del contacto, del control y de los cables/conectores (automático y relés controlados directamente por el encendido del contacto, siempre que estén presentes en la instalación).

• Una avería de la bobina del automático.

2. En caso de ausencia de sonido del funcionamiento del motor de arranque y unos testigos que se apagan, las posibles causas son:

• El motor de arranque está bloqueado/dañado (pueden haber sufrido un daño los engranajes, los casquillos deslizantes, que como consecuencia del rozamiento hacen que el rotor no gire en el estátor, sino que sea atraído hacia sus paredes, lo que precisamente provoca ese rozamiento. Esto puede compararse al efecto de un electroimán).

• El motor está bloqueado: se ha producido una avería mecánica.

  3. En caso de un funcionamiento normal del motor de arranque, pero ausencia de efecto del funcionamiento del volante de inercia/motor, se pueden tener en consideración varias opciones:

  • Motor de arranque dañado (avería del béndix o del engranaje planetario. El efecto acompañante es un ruido).

  • Daño del volante de inercia, eventualmente otros elementos del motor.

  4. En caso de un «tic tac» audible del automático (puede oírse el funcionamiento del conector electromagnético) y unos testigos que se apagan ligeramente, las causas pueden ser:

  • Las armaduras (contactos fijos y armadura móvil) del automático, que no transmiten la corriente.

  • El rotor o el estátor del motor de arranque dañados (siempre que no sea un estátor con imanes fijos).

  Se conocen desviaciones de las anteriores averías, por ejemplo, en automóviles de última generación, en los que se emplea una estabilización de la tensión, es decir, convertidores DC/DC que deben evitar perturbaciones de corta duración, las desapariciones de tensiones y también estabilizar la tensión obtenida de la recuperación de la energía de frenado.

  En cualquier caso, para un diagnóstico preciso y una reparación o sustitución de la pieza dañada es importante dirigirse a un taller profesional de mecánica de vehículos.

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