El especialista alemán en aceites y aditivos Liqui Moly entra en el último trimestre con la mejor cifra del año. En octubre, la empresa registró un volumen de ventas por valor de 53,8 millones de euros, batiendo el récord establecido hace 11 meses. 

Además de suponer un aumento del 34% respecto a octubre de 2017, estos 53,8 millones de euros hacen de este el mes más fuerte en toda la historia de la empresa.

Ernst Prost, director gerente de Liqui Moly, afirmó: "Nuestro concepto global y la amplia gama de productos son los pilares que fundamentan el éxito. Somos polivalentes en muchos aspectos y eso tiene recompensa". 

Una parte fundamental de este éxito es la enorme gama de productos. Con cerca de 4.000 artículos, Liqui Moly ofrece un amplísimo surtido en química del automóvil: aceites de motor y aditivos, grasas y pastas, aerosoles y cuidado del automóvil, adhesivos y sellantes. "El posicionamiento no debe ser unidireccional, ya que la demanda de determinados productos puede cambiar de la noche a la mañana", explica Prost.

A ello hay que sumar la venta multicanal. Y el refuerzo de los negocios de exportación. Aunque la empresa siga creciendo en su mercado doméstico, allí el crecimiento está supeditado a frenar la competencia, mientras que otras regiones y países del mundo, como África y Oriente Medio, albergan un potencial mucho mayor. 

Prost reconoce que, aunque serían bienvenidos si los hubiera, no esperan nuevos récords de ventas este año. "Nuestra experiencia nos dice que en noviembre y diciembre alcanzamos unos resultados más bien moderados", asegura. Aun así, el gerente está convencido de que al final de este año, como en el anterior, en los libros de contabilidad se apuntarán 500 millones de euros en ventas.