En lo que va de año, las emisiones medias de CO2 de los coches nuevos vendidos en España se situaron en 117 gramos por kilómetro recorrido. Ello supone un crecimiento del 1,8% respecto a la media del mismo periodo del año pasado, según datos del estudio realizado por la consultora MSI para la patronal de los concesionarios Faconauto. Se continúa así con la tendencia negativa que comenzó en 2017, cuando las emisiones de dióxido de carbono se incrementaron por primera vez en 10 años.
Un cambio de tendencia preocupante, toda vez que las emisiones de CO2 en España habían experimentado importantes caídas desde el año 2004, cuando se situaban en 155 gramos por kilómetro cuadrado. La tendencia ascendente iniciada en 2017 parece que va a continuar en lo que va de año 2018, manteniendo o superando la cifra de 116 gramos que se alcanzó el pasado ejercicio.
Según Faconauto, la caída en las matriculaciones de automóviles diésel ha contribuido a este incremento de las emisiones. Los coches diésel de última generación, que emiten menos CO2 que los de gasolina, vieron reducirse sus ventas un 16,5% hasta septiembre, mientras que las de gasolina se incrementaron un 36,7%. Los diésel suponen ya solo un 36,9% del mercado.
Teniendo en cuenta que los motores diésel emiten hasta el 20% menos de CO2 que sus equivalentes de gasolina, el descenso en las matriculaciones de vehículos diésel, junto al repunte de los de gasolina, explica el mal dato de emisiones medias en lo que va de año.
Faconauto considera que, con la configuración actual del mercado, en la que predominan los motores de combustión, la última generación de vehículos diésel es esencial para alcanzar los objetivos climáticos y la descarbonización del transporte en el futuro cercano. Hay que recordar que los países de la UE han adoptado un acuerdo para reducir las emisiones de dióxido de carbono de coches y furgonetas en un 35% en 2030.
Aunque la patronal de los concesionarios cree que los vehículos de energías alternativas (VEA) protagonizarán la movilidad del futuro, todavía no son una alternativa real para los ciudadanos, a pesar de que están experimentando un fuerte repunte. En lo que va de año, los eléctricos solo han representado el 0,3% de las matriculaciones. Por su parte, los híbridos (gasolina o diésel junto a motor eléctrico) alcanzan un 5,7% y los híbridos a gas un 1,1%. La llegada real al mercado de los VEA, clave para lograr reducciones significativas de CO2, pasa por la disponibilidad de infraestructuras de recarga, donde no se está invirtiendo lo suficiente.
Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, considera que "el incremento en las emisiones medias de CO2 de los coches vendidos en España es un claro indicador de que el debate generado en torno al diésel es poco realista. Esto está resultando contraproducente para el objetivo común, en el que el sector está completamente involucrado, que es alcanzar una movilidad sostenible. Para ello, además de mantener una neutralidad tecnológica, se debe ir a la raíz del problema, un parque automovilístico muy antiguo y contaminante, y fomentar la solución, que pasa por facilitar el achatarramiento de esos coches más viejos. Este ha de ser uno de los temas esenciales del acuerdo marco en el que ya está trabajando el Gobierno con el sector, a través del Consejo Estratégico de la Automoción, en el que también participa Faconauto".
