Los profesionales del taller de chapa y pintura saben reconocer inmediatamente si un trabajo de pintado está bien hecho, pero no ocurre lo mismo en el caso de los conductores. Por ello, el blog de Certified First apunta una serie de claves que el cliente debe tener en cuenta para distinguir si el profesional ha realizado bien su trabajo, que también pueden servirle a este último para explicarle su labor.

El post señala la importancia del uso de materiales, herramientas y técnicas de calidad en un entorno ambiental adecuado. Todo ello contribuye mucho a mejorar el resultado final. Recomienda al conductor “fiarse más del tacto que de la vista” para comprobar el trabajo y destaca los defectos más habituales que se pueden encontrar:

Proyecciones. Se trata de pequeñas partículas adheridas al barniz, lo que indica que el barnizado de la pieza se ha efectuado en un ambiente que contenía polvo o partículas en suspensión.

Tacto rugoso o poroso. El post apunta que la aparición de superficies rugosas o porosas en el barniz puede estar causada por falta de material en esa zona, cuando el proceso de pintado/barnizado se ha realizado de forma desigual.

Diferencias de tonalidad y protuberancias. Es importante confiar en un pintor profesional para conseguir un color unificado en la carrocería, especialmente en el caso de colores metalizados, perlados, nacarados, pinturas tricapa, etc. Los cambios de tonalidad suelen estar causados por la aplicación de pintura de forma desigual; mientas que las protuberancias proceden de un exceso de pintura o barniz.