La copiosa granizada que descargó el lunes 29 en Zaragoza se hizo palpable por sus consecuencias visibles en calles, edificios y, sobre todo, en la superficie de los vehículos. Y es que, apenas pasó un puñado de horas cuando, los talleres de reparación de chapa y pintura ya registraban un aumento ingente en las consultas de conductores que buscan soluciones rápidas y efectivas a los desperfectos.
Este episodio de granizo, según Hoy Aragón, sorprendió a la ciudad en plena jornada laboral y ha dejado cientos de vehículos dañados. Sinónimo de intenso trabajo en los talleres especializados para las próximas semanas. Mientras tanto, el sector insiste en la importancia de conocer y aplicar métodos de reparación innovadores como el denominado varillero o Paintless Dent Repair (PDR), que permiten mantener la integridad original de los vehículos a la vez que reducen costes y tiempos de espera.
Es el caso, por ejemplo, de Super Gancho, un taller zaragozano especializado en esta técnica de varillero o PDR, que permite reparar abolladuras sin necesidad de repintar. Su responsable, Adrián Barroeta, lamenta que “muchos conductores desconocen que existe una alternativa menos invasiva que la chapa y pintura tradicional, ideal para los daños ocasionados por el granizo”.
Tras la tormenta, el local maño ha visto cómo se multiplicaban las peticiones de presupuesto y ha reforzado su actividad para dar respuesta a los afectados. El taller, ubicado en la calle Retama, 17 de Zaragoza, trabaja de manera directa con aseguradoras y ofrece presupuestos sin compromiso. En ellos, muchas veces desde el taller recomiendan a los conductores afectados que valoren opciones como la técnica de varillero antes de recurrir a reparaciones más agresivas o costosas.
Evitar masillas y repintados para mantener la pintura de fábrica
En este sentido, el trabajo del varillero devolverá mendiante herramientas específicas a la chapa a su forma original sin alterar la pintura de fábrica. Esta técnica resulta especialmente útil en tormentas de granizo, ya que evita el uso de masillas o repintados y contribuye a conservar el valor del vehículo. Además, supone un ahorro de tiempo y costes frente a las reparaciones convencionales.
Así, su gerente concluye exponeindo un ejemplo reciente realizado en su taller: la reparación de un Mercedes GLC Coupé afectado por la granizada. Gracias a la combinación de sistemas de extracción mediante pestañas adhesivas (glue pulling) y ajustes internos con varillas, el coche recuperó su estado original sin necesidad de sustituir piezas ni pasar por cabina de pintura.