Los años 90 fueron una época mítica para los coches pequeños. Los Citröen Saxo, Seat Ibiza, Renault Clio... dejaron muchos recuerdos en sus propietarios de entonces, que ven con pena cómo estos veteranos vehículos se convierten en carne de desguace.

Fue precisamente el propietario de uno de estos vehículos, un Citröen Saxo, quien tuvo la idea de abrir un negocio de pintura de coches... algo especial. Como nos cuentan en el blog de Certified First, el empresario italiano Christian Sarnelli llegó a Ibiza al volante de un Saxo y acabó creando una empresa que restaura y alquila estos coches "que fueron creados para durar".

La empresa, llamada WeLoveIbiza Art-Car, adquire coches destinados al desguace en la península y los restaura de una forma muy particular. La parte técnica está a cargo de mecánicos, pero la pintura se hace en colaboración con artistas, como Amaya Arrazola, Rossano Poletti o Lauro Samblás, que han colaborado en la restauración de los coches de WeLoveIbiza Art-Car.

Los coches restaurados, puestos a punto y pintados salen así de nuevo a la carretera con su original aspecto, a través de un servicio de alquiler de vehículos exclusivos.

"Exclusivo es algo que no encuentras en ningún lugar y que, además, aporta algún valor. Estos coches para mí son exclusivos, son únicos en toda Ibiza, pintados cada uno por un artista diferente. Eso es la exclusividad", explica Sarnelli.

El creador del negocio afirma que su leitmotiv es una mezcla de amor por los coches y de preocupación por el medio ambiente y la reducción de los residuos. "Uno de mis ideales es el del reciclaje y el de enviar un mensaje contra la obsolescencia programada", sostiene Sarnelli, que cree que la vida de un coche, si se  cuida bien, puede ser muy larga. Y creativa, a la vista está.