La preocupación por el medio ambiente, la llegada de vehículos industriales más modernos y cada vez más tecnológicos, así como las nuevas formas de movilidad son tres factores que amenazan con cambiar el concepto de taller especializado en vehículo industrial que tenemos hoy.

No se trata de crear alarmas innecesarias, pues en un país en el que el 80% del transporte de mercancías se realiza por carretera y en el que las matriculaciones de V.I. crecieron el 1,1% en 2019, el sector tiene el futuro más que asegurado incluso a largo plazo. Pero sí ha de renovarse y adaptarse a los nuevos tiempos para garantizarse la supervivencia, máxime en el complicado contexto actual de pandemia.

En la actualidad existen en España un total de 1.786 talleres especialistas de vehículo industrial, según datos de The Hub Automotive Insights, mientras que el importe medio de la factura por de reparación en talleres multimarca fue de 1.024,82 euros en los nueve primeros meses de 2019.

Se pregunta Antonio Mozas, director de Asepa, si basta con la propia experiencia para sacar adelante estos días un negocio de reparación de vehículos industriales. El camino fácil sería acomodarse y hacer lo mismo que en los últimos años, probablemente décadas. Pero el más sensato es invertir en formación en nuevas tecnologías y proveerse de soporte tecnológico, documentación técnica y nuevos medios de diagnosis y reparación. De lo contrario, el riesgo de cerrar es elevado.

Porque la innovación en el sector no se detiene. Es más, casi progresa a mayor velocidad que nunca. El vehículo industrial del futuro ya está aquí. Esta afirmación no solo es el titular de uno de los reportajes de tendencias destacados en este Manual, sino una realidad que va a transformar a este tipo de vehículos tal como los conocemos. Sistemas desarrollados para eléctricos e híbridos, cámaras que multiplican las funciones de asistencia a la conducción, alternativas a los motores de combustión en forma de GNL o GNC o sistemas de predicción dinámica. La lista de soluciones tecnológicas que llegarán al taller más pronto que tarde es amplia, de la misma forma que lo hicieron los tacógrafos inteligentes o a los cambios en la ITV. En el caso de los vehículos pesados, el mantenimiento sigue siendo una asignatura pendiente, como lo demuestra el hecho de que uno de cada tres vehículos comerciales no pase la ITV a la primera. Eso si llegan a pasarla, porque el absentismo alcanza niveles preocupantes en las flotas. Hasta el 40% de las furgonetas no visita las estaciones de inspección. Son niveles inadmisibles.

De ahí que la rapidez y eficacia en las reparaciones sea un factor diferencial en la supervivencia del taller de industriales. Si algo teme el gestor de flotas son las paradas prolongadas que suponen costes económicos importantes. Para evitarlo, se necesitan profesionales cualificados y productos y maquinaria que faciliten la tarea del reparador. De todo ello, de formación, de novedades en productos y de las claves y tendencias de esta especialidad de la reparación, hablamos pormenorizadamente en esta nueva edición del Manual del Taller de Vehículo Industrial.

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